PENITENCIARÍA APOSTÓLICA
DECRETO
con el cual se concede la indulgencia plenaria a los fieles que, con ocasión del "VI Encuentro mundial de las familias", vayan en peregrinación a la ciudad de México o recen en familia, según las mismas intenciones espirituales.
Puesto que la familia ha sido instituida por Dios mismo, Autor de la vida en el orden natural y al mismo tiempo Dador de los dones en el orden sobrenatural, y puesto que ella debe realizar, sin cesar hasta el fin de los tiempos, la tarea principal de instruir a las nuevas generaciones en el bien natural y sobrenatural, para sostenerlas y ayudarlas a formar personalidades en armonía con los valores y aptas para plasmar su vida según el ejemplo de Cristo, la Iglesia y el Estado, cada uno por su parte, deberán ofrecer su contribución colaborando entre sí para lograr los fines deseados, a través de las escuelas, las parroquias y los varios grupos eclesiales.
Por desgracia, se constata que en el tiempo presente, quizá aún más que en el pasado, se lleva una vida que, en la práctica, se disocia de lo que se concibe en la teoría, y precisamente por ello se desea que el VI Encuentro mundial en la ciudad de México, del 14 al 18 del próximo mes de enero, infunda en las familias cristianas la fuerza de transmitir santamente a las generaciones futuras los rectos principios de la conciencia, que se deben cultivar con la ayuda de la gracia de Dios. Por tanto, en el inminente Encuentro se tomará en consideración a la familia en el aspecto doctrinal y en la acción apostólica, que son propios de ella; en el modo especial como proclama, defiende y se preocupa por perfeccionar los bienes, o valores, humanos y cristianos.
Por eso, el Sumo Pontífice Benedicto XVI, en sintonía con la intención y el celo pastoral de sus predecesores, en particular León XIII y Benedicto XV, que promovieron el culto piadoso a la Sagrada Familia de Nazaret, expresa sus mejores deseos para que, en este tiempo navideño, las personas mediten más intensamente en el misterio de la Sagrada Familia y, según el camino trazado por Juan Pablo II, de venerada memoria, que decidió que cada tres años se celebrara el Encuentro mundial de las familias, el Sumo Pontífice desea ardientemente estar presente de todo corazón, aunque no físicamente, en el acontecimiento mexicano, mediante el envío del eminentísimo cardenal Tarcisio Bertone, s.d.b., secretario de Estado, como su legado pontificio; así como mediante la transmisión televisiva y radiofónica de sus discursos y, sobre todo, con la concesión del don de la indulgencia plenaria, como se indica en los términos siguientes:
El Santo Padre concede a los fieles la indulgencia plenaria, que se puede lucrar con las condiciones acostumbradas (confesión sacramental, comunión eucarística y oración según las intenciones del Sumo Pontífice), con el alma totalmente alejada del afecto a cualquier pecado, si participan con devoción en el "VI Encuentro mundial de las familias".
Los fieles verdaderamente arrepentidos, que no puedan participar en ese acontecimiento, podrán lucrar el don de la indulgencia plenaria, con las mismas condiciones si, unidos con el espíritu y el pensamiento a los fieles presentes en la ciudad de México, rezan en familia el padrenuestro, el Credo y otras oraciones para implorar de la Misericordia divina los fines antes señalados, particularmente en los momentos en que las palabras y los mensajes del Pontífice se transmitan por televisión y radio.
Este decreto sólo tiene vigor en esta ocasión. No obstante cualquier disposición contraria.
Dado en Roma, en la sede de la Penitenciaría apostólica, el 28 de diciembre de 2008, en la fiesta de la Sagrada Familia de Jesús, María y José.
Cardenal James Francis Stafford
Penitenciario mayor
† Gianfranco Girotti, o.f.m.conv.
Obispo titular de Meta, regente