DECRETO
Se concede la indulgencia plenaria a los fieles que, con ocasión de la XXIII Jornada mundial de la juventud, acudan a Sydney con espíritu de peregrinación. También podrán lucrar la indulgencia parcial todos los que, en cualquier otro lugar, recen por las finalidades espirituales de este encuentro y por el éxito del mismo.
El encuentro de los jóvenes que se celebró en el año 2005 en Colonia brindó a la Penitenciaría apostólica una ocasión propicia para abrir a los jóvenes, con la autoridad del Sumo Pontífice, los tesoros espirituales de la Iglesia, con el fin de recoger grandes frutos de santificación.
Este año, del 15 al 20 de julio, se celebrará en Sydney, "en la gran tierra austral del Espíritu Santo", como la llamó Juan Pablo II, la XXIII Jornada mundial de la juventud, con el tema: "Recibiréis la fuerza del Espíritu Santo que descenderá sobre vosotros, y seréis mis testigos" (Hch 1, 8).
En efecto, los jóvenes, reunidos en torno al Vicario de Cristo, participarán en las funciones sagradas y ante todo se fortalecerán con los sacramentos de la Penitencia y de la Eucaristía. Con esos sacramentos, recibidos con corazón sincero y humilde, el Espíritu Paráclito encenderá en ellos el deseo de robustecerse, y, confirmados con el crisma de la salvación, darán abiertamente testimonio de la fe ante los demás hasta los confines de la tierra. Quiera Dios que la presencia misma del Sumo Pontífice entre los jóvenes reunidos en Sydney exprese y propicie todo ello.
Durante la audiencia concedida por el Santo Padre a los abajo firmantes el día 21 de junio, el Sumo Pontífice confirmó expresamente a la Penitenciaría apostólica la facultad especial de declarar, a través de este decreto, la concesión del don de las indulgencias de la forma que sigue:
Se concede indulgencia plenaria a los fieles que participen devotamente en alguna función sagrada o ejercicio piadoso que se realice durante la XXIII Jornada mundial de la juventud, así como en su conclusión solemne, con tal de que confesados y verdaderamente arrepentidos, reciban la sagrada Comunión, y oren según las intenciones de Su Santidad.
Se concede indulgencia parcial a los fieles, en cualquier lugar que se hallen, mientras se celebra ese Encuentro, si, al menos con corazón contrito, elevan oraciones a Dios Espíritu Santo, para que impulse a los jóvenes a la caridad y les infunda la fuerza para anunciar el Evangelio con su vida.
Asimismo, para que los fieles puedan participar más fácilmente de estos dones celestiales, los sacerdotes legítimamente aprobados para escuchar confesiones sacramentales, estén disponibles, con espíritu pronto y generoso, a recibir las confesiones y propongan a los fieles oraciones públicas por el éxito de esta Jornada mundial de la juventud.
Este decreto tiene validez para esta ocasión. No obstante cualquier disposición contraria.
Dado en Roma, en la sede de la Penitenciaría apostólica, el 28 de junio del año de la Encarnación del Señor 2008, víspera de la solemnidad de San Pedro y San Pablo apóstoles.
Cardenal James Francis Stafford
Penitenciario mayor
Gianfranco Girotti, o.f.m.conv.
Obispo titular de Meta Regente