Se concede el don de la indulgencia a los fieles que, con ocasión de la "XX Jornada mundial de la juventud", acudiendo en peregrinación o dirigiéndose a Colonia, participen en los sagrados ritos, así como a todos los demás fieles, dondequiera que estén, con tal de que, durante esa manifestación, pidan a Dios que ayude a los jóvenes cristianos a fortalecerse en la fe y a llevar una vida santa.
Se concede la indulgencia plenaria, con las condiciones acostumbradas (confesión sacramental, comunión eucarística y oración por las intenciones del Sumo Pontífice), a los fieles que, con corazón alejado de cualquier pecado, participen atenta y devotamente en cualquier función, durante la "XX Jornada mundial de la juventud" en Colonia y en su solemne conclusión. A los demás fieles, dondequiera que se encuentren durante la celebración de dicho encuentro, se concede la indulgencia parcial si, al menos con corazón contrito, piden a Dios, con ferviente oración, que los jóvenes cristianos se fortalezcan en la profesión de la fe, se reafirmen en el amor y en el respeto a sus padres, y se comprometan firmemente a modelar según las santas normas del Evangelio y de la madre Iglesia la nueva familia que formen o hayan ya formado, o su vida según la vocación que Dios ha indicado a cada uno.
Este decreto tiene validez para esta ocasión. No obstante cualquier disposición contraria.
Dado en Roma, en la sede de la Penitenciaría apostólica, el día 2 de agosto de 2005, en la piadosa memoria de la "Porciúncula".
Cardenal James Francis STAFFORD
Penitenciario mayor
Gianfranco GIROTTI, o.f.m. conv.
Regente