MENSAJE DEL SANTO PADRE FRANCISCO
FIRMADO POR EL CARDENAL SECRETARIO DE ESTADO PIETRO PAROLIN,
CON OCASIÓN DE LA 64ª PEREGRINACIÓN MILITAR INTERNACIONAL A LOURDES
PRESIDIDA POR MONS. PAUL RICHARD GALLAGHER
[24-26
de mayo de 2024]
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A los participantes
en la Peregrinación Militar Internacional
LOURDES
Con ocasión de la 64ª Peregrinación Militar Internacional, Su
Santidad el Papa Francisco está en comunión espiritual con todos
ustedes, venidos de horizontes diferentes. Da gracias a Dios por
este encuentro anual en la bendita Gruta de Massabielle, que les
permite tejer lazos de amistad, poner en común las riquezas humanas
y espirituales que cada uno de ustedes aporta, compartir momentos de
alegría y encontrar en la oración común y en el intercambio la
fuerza necesaria para superar las pruebas, las angustias y las
soledades que a menudo experimentan en el curso de sus diversos
compromisos.
Que fortalezcan su convicción de que el amor es más fuerte que el
odio y la división, y de que ustedes también están llamados a
desempeñar un papel insustituible por el bien común y al servicio de
la paz en el mundo.
Su peregrinación es la conclusión de un tríptico propuesto por
Santa Bernadette. El 2 de marzo de 1858, la Virgen María le confió
la siguiente misión: «Ve y di a los sacerdotes que se construya aquí
una capilla y que la gente venga en procesión». Que la gente venga
en procesión: era una llamada urgente a emprender un viaje. Ante
todo, hacia Dios, pero también hacia nuestros hermanos y hermanas,
para construir un mundo más unido y fraternal.
La peregrinación es una oportunidad para que todos renueven su
compromiso bautismal, para encontrarse con Cristo, en particular
escuchando su palabra, recibiendo el sacramento de la reconciliación
y participando en la Eucaristía. Esta pausa espiritual en Lourdes es
un momento para repensar su vocación militar desde la perspectiva de
la fe y del amor que todo cristiano debe cultivar hacia su hermano,
incluso hacia su enemigo.
La peregrinación es también una experiencia de fe que nos ayuda a
descubrir la belleza de caminar juntos, apoyándonos mutuamente y
tendiendo la mano a los demás. Les permite estar cerca de sus
compañeros de armas enfermos y heridos y cuidar de ellos
-especialmente en este lugar donde los enfermos están tan presentes-
y llevar la Misericordia de Dios al mundo militar. Que esto tome la
forma de gestos auténticos, sencillos y humanos que revelen el
rostro tierno de nuestro Dios. Que puedan vivir esto no sólo en
Lourdes, sino dondequiera que sean enviados, dando testimonio del
Evangelio entre sus compañeros soldados.
Queridos militares, el Papa los invita a levantarse y a caminar
con valentía y perseverancia. Sean militares que permanecen en pie y
orgullosos de honrar su uniforme, su divisa y su patria, pero que
también son conscientes de que forman parte de una única familia
humana, una familia desgarrada y herida, pero a la que Cristo vino a
redimir y salvar mediante el poder del amor, no de la violencia de
las armas. Sean «centinelas de la paz», como dijo San Juan Pablo II
(cf. Ángelus,
23 de febrero de 2003). El mundo los necesita, especialmente en este
momento oscuro de nuestra historia. Necesitamos hombres y mujeres de
fe capaces de poner las armas al servicio de la paz y la fraternidad.
El Santo Padre Francisco encomienda a la misericordia de Dios a
todos los militares que han muerto al servicio de su país o en
operaciones internacionales de defensa de la paz. Invoca una
particular abundancia de gracias sobre todos los presentes en
Lourdes y sus familias, así como sobre los soldados comprometidos en
diversos frentes, en misión para preservar la paz lejos de su país y
sobre los que están heridos y sufren. A todos imparte una paternal
Bendición Apostólica.
Cardenal Pietro Parolin
Secretario de Estado de Su Santidad
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Boletín de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, 25 de mayo de
2024
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