MENSAJE DEL ARZOBISPO PIETRO PAROLIN,
Queridos jóvenes: Roma recuerda con alegría vuestro encuentro europeo del año pasado y sobre todo la bellísima oración que congregó en torno al Papa Benedicto XVI a miles de jóvenes en la plaza de San Pedro. El Papa Francisco se siente cercano a vosotros que estáis ahora reunidos en Estrasburgo, en las ciudades y en las en los barrios de Alsacia y Ortenau: una tierra lacerada por las guerras que causaron numerosas víctimas, pero también una tierra que lleva en sí misma una gran esperanza, la de la construcción de la familia europea. Al tener lugar simultáneamente en dos países, vuestro encuentro es un signo. Europa, que ha atravesado y atraviesa aún momentos difíciles, tiene necesidad de vuestro compromiso, de vuestra fe, de vuestra valentía. Vosotros estáis juntos para «buscar la comunión visible de todos los que aman a Cristo». Es el proyecto que habéis trazado para los encuentros de Taizé durante el año 2014. Sois conscientes de que la división entre cristianos constituye un gran obstáculo para la realización de la misión que fue confiada a la Iglesia y que «la credibilidad del anuncio cristiano sería mucho mayor si los cristianos superaran sus divisiones» (Exhortación apostólica Evangelii gaudium, n. 244). El Papa comparte con vosotros esta convicción en la que podemos aprender tantas cosas los unos de los otros, porque las realidades que nos unen son muchas. El Papa cuenta con vosotros a fin de que, a través de vuestra fe y vuestro testimonio, el espíritu de paz y reconciliación del Evangelio se difunda entre vuestros conterráneos. Desde lo íntimo del corazón, imparte su bendición a vosotros, jóvenes participantes en el encuentro, a los hermanos de Taizé, como también a los pastores y a todas las personas que os acogen en Alsacia y Ortenau. |
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