Pontifical Council for the Pastoral Care of Migrants and Itinerant People People on the MoveN° 111 (Suppl.), December 2009
Formas de solidaridad y compromiso apostólico con las personas sin techo y los cartoneros
Rvdo. P. Augustín Moreira, s.J. Capellán General - Hogar de Cristo Chile
Antecedentes Temática de Personas en Situación de Calle
Definición Personas en Situación de Calle Para el Hogar de Cristo, las personas en situación de calle son aquellas que se encuentran sin hogar o residencia ya sea de forma temporal o permanente, producto de una situación de crisis individual, familiar o social, cuya consecuencia es la pérdida, expulsión, o abandono de su hogar. Presentan un debilitamiento o ausencia de acceso a redes familiares, institucionales y/o sociales. Por ello, para desarrollar su vida cotidiana pueden requerir del apoyo de organismos públicos o privados. Algunas de las Dificultades más comunes que pueden presentar
Objetivo del Trabajo del Hogar de Cristo con Personas en Situación de calle El trabajo del Hogar de Cristo con personas en situación de calle busca brindar servicios transitorios de apoyo a esta población, promoviendo la disminución de la vulnerabilidad y daños asociados a las condiciones de calle, a través del reconocimiento y potenciación de sus capacidades y recursos, fomentando la vinculación social (familia, grupos, comunidad, instituciones públicas), la inclusión y participación social. Además, cada programa presenta objetivos particulares de trabajo con las personas. Población Objetivo Los programas del Hogar de Cristo que trabajan con personas en situación de calle presentan la siguiente población objetivo: 1) Personas adultas, hombres y mujeres con o sin hijos o hijas, en situación de calle. 2) Niños, niñas o adolescentes, hombres y mujeres, en situación de calle. Cada programa a su vez presenta una población objetivo específica, a partir de las definiciones antes descritas, es decir, tanto por sexo como por etapa evolutiva y sus propios criterios de ingreso. Programas del Hogar de Cristo en el trabajo con Personas en Situación de Calle
Dotación de personal remunerado y no remunerado: Aproximadamente a nivel nacional trabajan renumeradamente en los distintos programas, 345 personas y 1426 voluntarios/as, desempañando funciones de apoyo al personal remunerado, acompañamiento a los usuarios/as y visitas nocturnas a las personas que pernoctan en la calle. Programa Hospederías: Son programas en los que se brinda servicios de acogida, hospedaje, alimentación y apoyo psicosocial a personas en situación de calle en todas las sedes del país. Asimismo son lugares de encuentro entre personas excluidas y cientos de voluntarios que desarrollan un trabajo solidario. Las Hospederías funcionan en espacios físicos con la infraestructura necesaria para acoger dignamente a personas en situación de calle, cuentan además con un Equipo de Trabajo calificado y suficiente y con recursos económicos y materiales que permitan satisfacer las necesidades básicas de las personas atendidas. Existen 3 Modalidades de Hospedería:
Objetivo General: Resolver transitoriamente las necesidades de alojamiento, abrigo y alimentación de las personas en situación de calle. Objetivos Específicos:
Programa Acogida y Programa de Calle: Brindan acompañamiento psicosocial a las personas en situación de calle. Esto se realiza en las propias dependencias o en la calle misma. Para ello se trabaja con monitores, profesionales y voluntarios que recorren las calles y los territorios del país de día y de noche. Objetivo General: Disminuir la vulnerabilidad[1] y daño biopsicosocial de las personas en situación de calle. Objetivos específicos
Acompañamiento Psicosocial: Refiere a una Metodología de trabajo con personas, en situación de calle, basada en un proceso de interacción continua entre el sujeto y un/a monitor/a, que busca brindar apoyo emocional, orientación, información, contención, retroalimentación y supervisión de las gestiones o actividades realizadas. Además de facilitar procesos de cambio y desarrollo tanto a nivel personal, familiar y social, generando una disminución en las condiciones de vulnerabilidad, deterioro psicosocial, a través del desarrollo de un plan de trabajo personal, de acuerdo a las motivaciones y necesidades sentidas de las personas y los continuos encuentros en los que se dialoga a partir de las dificultades y logros , como también a partir de los avances y tareas de los planes de trabajo, y su incorporación efectiva a los sistemas de protección social y a la oferta programática de los servicios sociales. Para tal efecto el acompañamiento psicosocial brinda distintos tipos de apoyo y asistencia, articulando redes sociales y servicios, además de fomentar la participación social y la promoción de los derechos de las personas. Programa Acogida para Niños y Niñas en Situación de Calle El Programa busca contribuir a la integración familiar, comunitaria y social de los niños, niñas y adolescente en situación de calle, propendiendo a dar término a la vida de calle y velando por el bien superior de este. Se establece como el dispositivo encargado de realizar acompañamiento psicosocial a las y los participantes del programa, complementada con una intervención socioeducativa a las familias o referente significativo de los niños o niñas, favoreciendo el desarrollo de capacidades, el fortalecimiento de vínculos, la protección y promoción de derechos de la infancia. Las intervenciones a nivel individual y familiar estarán dirigidas a la creación y promoción de condiciones que faciliten el desarrollo de los propios recursos y de las potencialidades de las niñas, los niños y sus familias. El programa se enmarca desde la perspectiva de los Derechos de la Infancia, y sus cuatro principios generales: No Discriminación, Interés Superior de Niño/a, Supervivencia y Desarrollo, y Participación; teniendo en el centro de la atención al niño y niña, en calidad de sujeto titular de derechos de desarrollo, supervivencia y protección, reafirmando la necesidad de brindarle cuidados y asistencia especiales en razón a su vulnerabilidad. Además reconoce a la unidad familiar como el principal agente socializador y protector de los derechos, siendo este el espacio fundamental para su pleno desarrollo, para lo cual, se intenciona el trabajo de restitución de las capacidades de la vida familiar. Del mismo modo, reconoce a la escuela como un importante agente socializador donde el niño o niña puede ejercer sus derechos al desarrollo y la educación. Objetivo General: Promover la revinculación familiar, social y comunitaria, de los niños y niñas en situación de calle, restituyendo derechos fundamentales vulnerados. Objetivos Específicos:
Metodología de Trabajo: Acompañamiento Psicosocial Refiere a una Metodología de trabajo, basada en un proceso de interacción continua entre el niño o niña y un/a monitor/a, que busca brindar apoyo emocional, orientación, información, contención, apoyo en gestiones y retroalimentación a través de la construcción de un plan de trabajo personal, en pro de la restitución y promoción de los derechos del niño o niña. El énfasis de la intervención está puesto en restituir derechos vulnerados, tales como el derecho a la provisión para la vida, la supervivencia y el desarrollo. Además de reforzar el rol protagónico del niño o niña en situación de calle en cuanto a expresar libremente su opinión en los asuntos que lo afecten, con el objeto de producir cambios en las condiciones de vida. Junto con facilitar procesos de cambio y desarrollo tanto a nivel personal, familiar y social, genera condiciones que permiten la disminución de la vulnerabilidad y deterioro psicosocial consecuencia de la vida en calle, proporcionándoles las condiciones básicas para que puedan desarrollarse de manera integral. Para tal efecto el acompañamiento psicosocial brinda principalmente las condiciones y oportunidades para que el niño y niña fortalezca sus recursos personales, familiares y comunitarios para la restitución de sus derechos fundamentales al desarrollo, y a la familia. Para tal efecto articula redes especializadas de infancia y promueve la revinculación familiar y el ejercicio de estos como principal garante de los derechos de la infancia. Asimismo entrega servicios y prestaciones que busquen resolver necesidades de primer orden, como alimentación, vestuario y salud, apuntando a la reducción de daños biopsicosociales y velando por el bien superior de los niños y niñas. Comedores Fraternos: Brinda servicio transitorio de alimentación a las personas en situación de calle. Además de esta prestación, a través de derivación a Programa Acogida, entrega apoyo psicosocial a las personas. El programa funciona en forma ambulatoria y pueden ingresar al programa por demanda espontánea, o derivación de los otros programas que atienden a esta población. Objetivo General: Brindar servicio de alimentación transitorio a personas en situación de calle. Objetivos Especificos:
Albergues: Son alternativas de protección y resguardo durante los períodos de invierno y se gestionan regularmente en conjunto con organismos públicos (municipios, intendencias). Brinda servicios transitorios de alojamiento, alimentación, confort, higiene y vestuario para personas en situación de calle que no acceden al programa Hospedería por estar sin disposición de cupos. Los Albergues se implementan en lugares cuya infraestructura es utilizada originalmente para otros fines, y se habilitan para hospedaje de personas. Son temporales, es decir, funcionan durante un periodo determinado de tiempo, generalmente en invierno o en situación de emergencia climática. Cuentan además con un equipo de trabajo suficiente y con recursos económicos y materiales mínimos para satisfacer las necesidades básicas de las personas albergadas. Objetivo General: Brindar servicio de hospedaje transitorio a personas en situación de calle. Objetivos Específicos:
Proyecto promueve (Hograde Cristo - Programa Calle/ChileSolidario) Con una acción que apuesta a una creciente colaboración entre Estado y Sociedad Civil en torno a objetivos comunes, el Hogar de Cristo ha trabajado -en conjunto con MIDEPLAN y otras organizaciones públicas y de la sociedad civil- en la generación de una política gubernamental preocupada de la realidad de las personas que se encuentran en situación de calle. Como es posible entrever, el interés depositado en este trabajo desarrollado evidencia, el deseo de la Institución por mancomunar esfuerzos con el Estado en materia de Protección Social de las poblaciones más vulnerables. El compromiso asumido por el Gobierno para esta primera etapa de trabajo es la incorporación de personas en situación de calle al sistema de protección social (ver Figura 1), junto con la creación de un Programa especializado (Programa Calle), con una cobertura inicial definida para el primer año de operación de 2600 usuarios. Esto significa que los usuarios del Programa ingresan a Chile Solidario, se acogen a los beneficios de los subsidios garantizados que el sistema establece, reciben apoyo psicosocial personalizado, cuando existen condiciones que lo hacen posible y, tienen acceso preferente a la oferta de programas y servicios sociales disponibles. En base a esta lógica de funcionamiento, el Hogar de Cristo es una de las 12 Instituciones Participantes[2], con reconocida experiencia en el trabajo con esta población, subsidiada directamente por el Programa Calle para beneficiar a 1.018 personas personas durante el período de 12 meses entre los períodos comprendidos entre diciembre 2006 - diciembre 2007 y a 1.066 personas durante febrero 2008 y febrero 2009 en 5 regiones del país. El trabajo con Personas en Situación de Calle bajo esta modalidad, es denominado Proyecto ProMueve en el Hogar de Cristo. Antecedentes El proyecto ProMueve del Programa Calle, busca incorporar a personas en situación de calle al sistema de protección social Chile Solidario y propiciar su acceso a la red de servicios asociada a dicho sistema. Complementando el trabajo de integración social desarrollado en el Hogar de Cristo con esta población objetivo. Con este proyecto se brinda un acompañamiento personalizado a personas que se acercan o se encuentran participando en los programas habituales del Hogar de Cristo, tanto en Hospederías y residencias, como en los programas que trabajan directamente en la Calle, en al menos 12 meses de duración con cada persona, período en el que se busca disminuir los deterioros y vulnerabilidad asociada a las condiciones de vida en situación de calle, y se impulsa la promoción y reparación de derechos. Para ello se pretende desarrollar un lazo de confianza con las personas, mediante el encuentro permanente y la generación de un trato validante, respetando las particularidades y autonomía de las personas, y motivando una dinámica de participación y autogestión que facilite y promueva la revinculación de las personas con sus redes sociales familiares y comunitarias. De esta manera, resulta fundamental llevar a cabo un proceso de intervención que contemple actividades individuales y grupales tanto en los programas del Hogar de Cristo, como en los lugares que habitualmente viven o pernoctan las personas. En concreto, la estrategia de trabajo que nutre el proyecto que interviene con personas en situación de calle se relaciona en gran medida con un acompañamiento psicosocial, que es reconocido como un conjunto de acciones orientadas a brindar los apoyos necesarios para conectar a las personas a las redes, permitirles el acceso a los servicios y programas que pueden aportar al mejoramiento de sus condiciones de vida y, cuando esto es posible, desarrollar en los usuarios las destrezas funcionales básicas que se requieren para su desenvolvimiento autónomo y eficaz. De igual forma, cabe dentro de este concepto general de bienestar, tanto la posibilidad de que abandonen la situación de calle para revincularse con sus familias, redes parentales próximas u otros grupos de referencia, como de permanecer en esa situación pero en mejores condiciones de habitabilidad, salud y seguridad (MIDEPLAN, 2006)[3]. Desafíos La construcción de vínculos cercanos, validantes en conexión constante con la persona, para estar en sintonía con sus proyecciones y deseos, y en concreto el establecimiento de relaciones sociales que también puedan hacer el ejercicio cuestionador de existencia se constituye en uno de los objetivos primordiales para los equipos ejecutores. Todo esto movilizado a través de lazos de confianza y reciprocidad que finalmente provoquen y fomenten autonomía y como proyecto mayor genere inclusión social, que no es otra cosa que interdependencia con otros, en una comunidad vital. El hecho de que se reconozca al monitor como una persona confiable y tenga una positiva evaluación considerando su dimensión de vinculación afectiva, demuestra que la labor de acompañamiento psicosocial ha resulta clave para poner en práctica lo anteriormente enunciado. Por lo mismo es necesario seguir promoviendo espacios y condiciones que faciliten y mantengan una relación de confianza, la que luego se transforme en un vehículo para la conformación de planes de trabajo, asequibles y pertinentes a cada realidad de los usuarios del proyecto. El proyecto constata que a través del establecimiento de ciertas relaciones sociales - y su calidad, forma y frecuencia - se pueden conseguir ciertos bienes, individuales o colectivos, convirtiéndose así las personas (equipos ejecutores y usuarios) en potenciales recursos para el bien común. La población en calle no es una población homogénea, sino que presenta particularidades y diferencias en diversos ámbitos tales como dimensiones de exclusión o posesión de diversos tipos de capitales. Estos tipos de capitales son los que permiten teorizar sobre la generación de estrategias de supervivencia diversificadas. La posibilidad de generar estrategias de intervención focalizadas en tipologías de personas en situación de calle, se configura como un objetivo posible de incorporar, sobre todo teniendo en cuenta algunos de los resultados explorados en el presente reporte.
[1] Proceso Multidimensional que confluye en el riesgo o probabilidad del individuo, hogar o comunidad de ser herido, lesionado o dañado ante cambios o permanencia de situaciones externas o internas. Se puede entender además como fragilidad e indefensión ante cambios originados ene el entorno, como desampara institucional desde el Estado, e instituciones públicas ( CEPAL, 2002). [2] Otras Instituciones Participantes: Moviliza, Cristo en la Calle, Don Bosco, SEDEJ, Gente de la Calle, Caleta Sur, Nuestra Casa, PROSAM, Kairós, Municipios de San Antonio y Talcahuano. [3] Para mayor detalle consultar: Ministerio de Desarrollo y Planificación (2006). Estrategia de Intervención Fase Piloto del Programa Calle.
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