LOS CONGRESOS EUCARISTICOS INTERNACIONALES "Experiencias y tradiciones"
A los Delegados nacionales reunidos en Roma en diciembre de 1980 con los Miembros del Comité permanente y los representantes del Comité local, para preparar el 42° Congreso Eucarístico Internacional de 1981, en Lourdes, el Santo Padre sugirió que se tomaran en cuenta "ante todo la experiencia y las tradiciones de los anteriores congresos eucarísticos con los elementos ensayados en el tiempo" (Insegnamenti di Giovanni Paolo II, vol. III, 2 1980, pag. 1655). Por lo tanto, procuro hacer ver, dentro de los límites de una breve relación, los varios elementos de ÂÂexperiencia eucarísticaÂÂ en la tradición más que secular de los Congresos Eucarísticos Internacionales. Ésto también nos permite percibir un desarrollo en la comprensión del Misterio Eucarístico en los últimos 100 años.
1° La experiencia inspirada por la Presencia Real de Jesucristo en la Eucaristía La fe viva en Jesucristo realmente presente y operante en la Eucaristía inspiraba desde el comienzo a los organizadores de los congresos eucarísticos internacionales. Ellos estaban convencidos de que la Eucaristía encerraba la respuesta a las necesidades de la sociedad del siglo XX a la que se le había anunciado la "muerte de Dios". Por esto la expresión clave era: "La Eucaristía salva el mundo". Había la convicción según la cual la renovación de la vida cristiana pasa por la Eucaristía. En la preparación de los primeros 15 congresos - el primer Congreso en 1881 en Lille (Francia) - hasta el Congreso celebrado en Roma en 1905, el comité permanente (que hasta el 1950 demoraba en París) y los comités locales contaban sobre todo con la colaboración de numerosas asociaciones de las "obras eucarísticas" que se ocupaban del culto eucarístico en varias formas de adoración, cuya triunfal expresión y confesión de fe ante el mundo era la Fiesta del Corpus Domini. La celebración de estos congresos abarcaba, además de la celebración de la Misa, las relaciones de las asociaciones eucarísticas y algunas conferencias sobre un tema eucarístico. La cumbre se encontraba siempre en la solemne procesión eucarística con la participación del pueblo y, a menudo, de las autoridades civiles. Al final se emitían los así llamados "votos" entre los cuales los más importantes eran el voto de una Comunión frecuente y los votos de los niños. Sin duda tuvieron un influjo sobre los Decretos de San Pío X sobre la comunión frecuente (Sacra Tridentina Synodus de 1905) y sobre la comunión de los niños (Quam singularis de 1910).
2° La experiencia en relación con la Comunión frecuente y de la primera comunión En la preparación de los Congresos después del Congreso celebrado en Roma en 1905 hubo un gran celo en dar a conocer estos documentos y en su puesta en práctica mediante una catequesis sobre la confesión y sobre la comunión de los adultos y de los niños. En las celebraciones se registraban las comuniones repartidas durante los Congresos, por ejemplo en Viena en 1912, las asociaciones prepararon a 100.000 niños para la primera comunión; en Buenos Aires en 1934 se repartieron 100.000 comuniones a niños, 400.000 a hombres y 700.000 a mujeres.
3° La experiencia en relación con la dimensión misionera Después del 26° Congreso eucarístico internacional celebrado en 1922 en Roma, el Papa Pío XI dio un nuevo inicio a una "nueva serie de congresos" implicando a las Iglesias locales en los cinco continentes, a un ritmo de dos años, en una preparación misionera. Para responder a los "deseos" manifestados en los congresos anteriores, el Papa introdujo la Fiesta de Cristo Re en la Iglesia universal. Hay que considerar que en el curso de la preparación del 33° Congreso Eucarístico Internacional de Manila en 1937 se celebraron 12 congresos diocesanos y numerosos congresos parroquiales, lo cual fue posible gracias a una generosa participación de catequistas laicos. En las Actas se lee, parece ser por primera vez, la palabra: Re-evangelización. En las celebraciones, con el Congreso de Roma, en 1922, el primero después de la guerra mundial, hasta el Congreso de Rio de Janeiro en 1955, se comenzaron a tratar temas actuales, como la paz de Cristo, la Virgen y la Eucaristía, el apostolado eucarístico en las misiones y la práctica de la Eucaristía en algunos países. El cima ha sido siempre la grandiosa procesión eucarística.
4° La experiencia en relación con la comunión de la Iglesia universal Un nuevo periodo de Congresos tenía comienzo con la preparación del Concilio Vaticano II e inició con el 37° Congreso Eucarístico Internacional celebrado en 1960 en Munchen (Alemania), y llamado en modo significativo "Statio Orbis" porque tenía que manifestar al mundo la imagen renovada de la Iglesia Universal como Comunión, como lo ilustraba el entonces Profesor J. Ratzinger. En la preparación se centraba la catequesis sobre la Misa como celebración del Misterio Pascual. Se trataba de educar a los fieles para una "activa y consciente participación" en la celebración eucarística. Y para preparar la liturgia eucarística renovada, sirvió también la Constitución Sacrosantum Concilium (1963) del Concilio Vaticano II, donde se expuso el fundamento teológico de la Eucaristía. La relación entre la Celebración y el culto de la adoración se profundizó en la Instrucción Eucaristicum mysterium (1967). El Ritual Romano sobre El culto eucarístico fuera de la misa (1973) hablaba de los congresos eucarísticos, a partir del número 109 hasta el número 112: En la preparación (n.111) es preciso dar importancia a estos elementos: a) una más intensa catequesis de la eucaristía, especialmente como misterio de Cristo que vive y actúa en la Iglesia. Esta catequesis debe adaptarse a la capacidad receptiva de los diversos ambientes; b) una más activa participación en la sagrada liturgia que promueva la escucha religiosa de la palabra de Dios y el sentimiento fraterno de la comunidad; c) una atenta búsqueda de iniciativas y una activa realización de obras sociales que favorezcan la promoción humana y la comunión de bienesÂÂ "Para la celebración (n. 112) se indican los siguientes criterios:
En lo referente a la celebración del congreso. Aunque los congresos eucarísticos eran ante todo congresos de todo el pueblo de Dios, no faltaban encuentros entre teólogos para estudiar la Eucaristía bajo los diversos aspectos: litúrgico, bíblico, teológico, pastoral, antropológico, social y ecuménico.
5 ° La experiencia en relación con la presencia de la Virgen en los Congresos Ya en los primeros Congresos, María fue invocada bajo el título de "Virgen del Santísimo Sacramento". El 29° Congreso Eucarístico Internacional se celebró en 1928 en Sydney (Australia) sobre el tema de la "Virgen y la Eucaristía". En el Santuario de la Virgen de Lourdes se celebraron los Congresos de 1914 y el Congreso centenario de 1981, durante el cual intervino el Cardenal Bernardin Gantin en representación del Santo Padre, quien no pudo intervenir por el atentado ocurrido poco antes en la Plaza San Pedro. En el Congreso celebrado en Sevilla en 1993 y cuyo tema fue "Eucaristía y Evangelización" María fue invocada bajo el título "Estrella de la Evangelización". Ella quiere educarnos a nosotros, sacerdotes y fieles, mediante una participación no sólo externa sino sobre todo interior, a vivir el Misterio pascual de su Hijo, para que nuestra vida se transforme en verdadera comunión con Dios y entre los hombres.
6° La experiencia en relación con la apertura a los problemas del mundo contemporáneo Para la preparación de los Congresos después del Concilio Vaticano II se escogieron a menudo temas referentes a los desafíos que el mundo ha de afrontar en la búsqueda de solidaridad, libertad, justicia y paz. Siempre dejan una huella visible los signos de caridad, de solidaridad y de compartir con los pobres como por ejemplo: albergues para ancianos abandonados en Nairobi, Sevilla y en Wroclaw, o el movimiento "One heart, one body" en Seúl (que sigue compartiendo con las iglesias pobres) y el ambulatorio en la estación Términi en Roma. Las celebraciones se desarrollan según los criterios arriba indicados. La Statio Orbis, es decir la Celebración final del Congreso Eucarístico, por lo general la preside el Papa. El primero que presidió personalmente un Congreso fue el Papa Pablo VI en 1964 en Bombay, India. El número de naciones participantes varía entre 70 y 80 y en las celebraciones toman parte centenares de obispos, miles de sacerdotes y religiosos/as, y miles y miles de fieles con sus delegados nacionales.
7° La experiencia en relación con la dimensión ecuménica y del diálogo interreligioso En la fase preparatoria de los congresos postconciliares a menudo representantes de las Iglesias cristianas separadas y de diversas comunidades eclesiales cristianas han sido invitados a participar en los encuentros teológicos; además en Nairobi en 1985 y en Seúl en 1989 han sido invitados Representantes de las otras grandes religiones. Ultimamente en el Congreso durante el Gran Jubileo en Roma, en el año 2000, en la Universidad Lateranense, se celebró un simposio en el que participaron profesores protestantes.
8° Los Congresos Eucarísticos nacionales y diocesanos Los primeros Congresos Eucarísticos nacionales y diocesanos, nacieron a continuación de los Congresos Eucarísticos Internacionales, queriendo, ante todo, profundizar el mensaje de los Congresos Internacionales y continuar una pastoral inspirada en la Eucaristía y constituyen una ocasión privilegiada para renovar la vida cristiana formando comunidades plasmadas por la Eucaristía (cfr. el Decreto del Concilio Vaticano II Presbyterorum ordinis n.6)
9° Conclusión Se trató de mostrar mediante el ejemplo de algunos Congresos las experiencias significativas que a lo largo de una historia más que secular han puesto de relieve la riqueza inagotable del Misterio eucarístico, que hay que tener en cuenta en la preparación y la celebración de los congresos eucarísticos, según las palabras citadas al comienzo. Resuenan todavía con fuerza las palabras de Juan Pablo II pronunciadas durante la adoración eucarística bajo las majestuosas bóvedas de la catedral de Sevilla durante el 45° Congreso Eucarístico Internacional: "Pidamos juntos a JesucristoÂÂ que tras este Congreso Eucarístico, toda la Iglesia salga reforzada para la nueva evangelización que todo el mundo necesitaÂÂ Evangelización por la Eucaristía, en la Eucaristía y desde la Eucaristía: son tres aspectos inseparables de como la Iglesia vive el misterio de Cristo y cumple la misión de comunicarlo a los hombres" (L'Osservatore Romano, 13 junio 1993). Frente a los grandes desafíos de nuestro tiempo, en la Carta Apostólica Novo millennio ineunte, el Santo Padre escribe que no se trata de inventar un "nuevo programa" que ya existe: "Es el de siempre, recogido por el Evangelio y la Tradición viva. Se centra, en definitiva, en Cristo mismo, al que hay que conocer, amar e imitar, para vivir en él la vida trinitaria y trasformar con él la historia hasta su perfeccionamiento en la Jerusalén celestial" (n. 29). En esta perspectiva se prepara y se celebrará el 48° Congreso Eucarístico Internacional en el año 2004 en Guadalajara, México, sobre el tema: LA EUCARISTIA, LUZ Y VIDA DEL NUEVO MILENIO. (Informe presentado el 5 de noviembre de 2002 a la Asamblea plenaria por el P. Ferdinand Pratzner, sss, Secretario del Pontificio Comité para los Congresos Eucarísticos Internacionales). __________________________________________________________________ NOTA: La lista de los CONGRESOS EUCARISTICOS NACIONALES. Se celebraron en: AMERICA: en Argentina 10, en Brasil 14, en Bolivia 5, en Canadá 1, en Chile 2, en Colombia 3, en Costa Rica:1, en Ecuador 5, en Guatemala 1, en Honduras 1, en México 2, en Paraguay 2, en Perú 8, en El Salvador 2, en Trinidad y Tobago (Antille): 1, en Uruguay 4, en Venezuela 2. AFRICA: en Cuesta de Marfil 1, en Ghana 2, en Nigeria 3. ASIA Y OCEANIA: en Corea 1, en Filipinas: 5, en República China 1, en India 6. EUROPA: en Croazia: 1, en Francia 18, en Italia 23 (24 en el 2005) en Inghilterra 1, en Irlanda 1, en Lituania 2, en Polonia 2, en Portugal 3, en España 9.
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