Sala Stampa

www.vatican.va

Sala Stampa Back Top Print Pdf
Sala Stampa


Viaggio Apostolico di Papa Francesco a Panamá in occasione della XXXIV Giornata Mondiale della Gioventù (23-28 gennaio 2019) – Cerimonia di benvenuto a Panamá e Visita di cortesia al Presidente della Repubblica, Incontro con le Autorità, 24.01.2019


Cerimonia di benvenuto a Panamá e visita di cortesia al Presidente della Repubblica nel Palazzo Presidenziale

Incontro con le Autorità, con il Corpo Diplomatico e con i Rappresentanti della Società Civile nel Palazzo Bolívar di Panamá

Cerimonia di benvenuto a Panamá e visita di cortesia al Presidente della Repubblica nel Palazzo Presidenziale

Questa mattina, alle ore 9.30 locali (15.30 ora di Roma), dopo aver celebrato la Santa Messa in privato nella Nunziatura Apostolica, alla presenza del personale della Nunziatura con familiari ed amici, il Santo Padre Francesco si è trasferito in auto al Palazzo Presidenziale per la cerimonia di benvenuto e la visita di cortesia al Presidente della Repubblica di Panamá, Sig. Juan Carlos Varela Rodríguez.

Al Suo arrivo, il Papa è stato accolto all’ingresso principale dal Presidente della Repubblica e dalla Consorte. Dopo la foto, il Presidente ha accompagnato il Papa al primo piano. Il Santo Padre, prima di recarsi nell’Ufficio Presidenziale per l’incontro privato, si è affacciato brevemente dal balcone, rivolgendo un saluto ai presenti.

Dopo l’incontro privato con il Presidente e la presentazione della famiglia, ha avuto luogo lo scambio dei doni.

Al termine, accompagnato dal Presidente e dalla Consorte, il Papa ha lasciato il Palazzo e si è recato al Palazzo Bolívar per l’incontro con le Autorità, i membri del Corpo Diplomatico e i rappresentanti della Società Civile.

[00127-IT.01]

Incontro con le Autorità, con il Corpo Diplomatico e con i Rappresentanti della Società Civile nel Palazzo Bolívar di Panamá

Discorso del Santo Padre

Traduzione in lingua italiana

Traduzione in lingua francese

Traduzione in lingua inglese

Traduzione in lingua tedesca

Traduzione in lingua portoghese

Traduzione in lingua polacca

Traduzione in lingua araba

Questa mattina, alle ore 10.40 locali (16.40 ora di Roma), il Santo Padre Francesco ha incontrato le Autorità, i Membri del Corpo Diplomatico e i Rappresentanti della Società Civile e della Cultura nel Palazzo Bolívar di Panamá.

Al Suo arrivo è stato accolto dal Presidente della Repubblica di Panamá, Juan Carlos Varela Rodríguez, e dalla Vice Presidente della Repubblica, Isabel de Saint Malo de Alvarado, insieme ai rispettivi Consorti.

Dopo il discorso introduttivo del Presidente della Repubblica, il Papa ha pronunciato il Suo discorso.

Al termine, dopo essersi congedato dal Presidente e dalle altre Autorità presenti, il Santo Padre si è recato a piedi nella chiesa di San Francisco de Asís per incontrare i Vescovi del Centro America.

Pubblichiamo di seguito il discorso che il Santo Padre ha pronunciato nel corso dell’Incontro con le Autorità, con i Membri del Corpo Diplomatico e i Rappresentanti della Società Civile:

Discorso del Santo Padre

Señor Presidente,
Señora Vicepresidente,
Distinguidas autoridades,
Señoras y señores:

Le agradezco señor Presidente sus palabras de bienvenida y su amable invitación a visitar esta nación. En su persona quiero saludar y agradecer a todo el pueblo panameño que, desde Darién hasta Chiriquí y Bocas del Toro, han realizado un esfuerzo invalorable para acoger a tantos jóvenes provenientes de todas partes del mundo. Gracias por abrirnos las puertas de la casa.

Comienzo mi peregrinación en este histórico recinto donde Simón Bolívar – como lo acaba de recordar el señor Presidente afirmó que «si el mundo hubiese de elegir su capital, el istmo de Panamá sería señalado para este augusto destino», y convocó a los líderes de su tiempo para forjar el sueño de la unificación de la Patria Grande. Convocatoria que nos ayuda a comprender que nuestros pueblos son capaces de crear, forjar y, sobre todo, soñar una patria grande que sepa y pueda albergar, respetar y abrazar la riqueza multicultural de cada pueblo y cultura. Siguiendo esta inspiración podemos contemplar a Panamá como tierra de convocatoria y como tierra de sueños.

1. Panamá es tierra de convocatoria

Así lo transparentó el Congreso Anfictiónico, y así también lo transparenta hoy el desembarco de miles de jóvenes que traen consigo el deseo y las ganas de encontrarse y celebrar.

Vuestro País, por su privilegiada ubicación, se vuelve un enclave estratégico no solo para la región sino para el mundo entero. Puente entre océanos y tierra natural de encuentros, Panamá, el país más angosto de todo el continente americano, es símbolo de la sustentabilidad que nace de la capacidad de crear vínculos y alianzas. Esta capacidad configura el corazón del pueblo panameño.

Cada uno de ustedes ocupa un lugar especial en la construcción de la nación y está llamado a velar para que esta tierra pueda cumplir su vocación de ser tierra de convocatorias y encuentros; esto implica la decisión, el compromiso y el trabajo cotidiano para que todos los habitantes de este suelo tengan la oportunidad de sentirse actores de su destino, del de sus familias y de la nación toda. Es imposible pensar el futuro de una sociedad sin la participación activa ―y no solo nominal― de cada uno de sus miembros, de tal modo que la dignidad se vea reconocida y garantizada en el acceso a la educación de calidad y en la promoción de trabajos dignos. Ambas realidades tienen la fuerza de ayudar a reconocer y valorar la genialidad y el dinamismo creador de este pueblo y a su vez, son el mejor antídoto ante cualquier tipo de tutelaje que pretenda recortar la libertad y someta o saltee la dignidad ciudadana, especialmente la de los más pobres.

La genialidad de estas tierras está marcada por la riqueza de sus pueblos originarios: bribri, buglé, emberá, kuna, nasoteribe, ngäbe y waunana, que tanto tienen que decir y recordar desde su cultura y visión del mundo: a ellos mi saludo, mi reconocimiento. Y no deja de ser un signo esperanzador el hecho de que esta Jornada Mundial de la Juventud haya comenzado una semana atrás con la Jornada de los jóvenes de los pueblos indígenas y la Jornada de los jóvenes de descendencia africana. Los saludo desde aquí y les agradezco que hayan dado este primer paso de esta Jornada Mundial de la Juventud. Ser tierra de convocatorias supone celebrar, reconocer y escuchar lo específico de cada uno de estos pueblos y de todos los hombres y mujeres que conforman el rostro panameño y animarse a entretejer un futuro esperanzador, porque solo se es capaz de defender el bien común por encima de los intereses de unos pocos o para unos pocos cuando existe la firme decisión de compartir con justicia los propios bienes.

Las nuevas generaciones, desde su alegría y entusiasmo, desde su libertad, sensibilidad y capacidad crítica reclaman de los adultos, pero especialmente de todos aquellos que tienen una función de liderazgo en la vida pública, llevar una vida conforme a la dignidad y autoridad que revisten y que les ha sido confiada. Es una invitación a vivir con austeridad y transparencia, en la responsabilidad concreta por los demás y por el mundo; una invitación a llevar una vida que demuestre que el servicio público es sinónimo de honestidad y justicia, y antónimo de cualquier forma de corrupción. Ellos reclaman un compromiso, en el que todos ―comenzando por quienes nos llamamos cristianos― tengamos la osadía de construir «una política auténticamente humana» (Const. past. Gaudium et spes, 73) que ponga a la persona en el centro como corazón de todo; lo cual impulsa a crear una cultura de mayor transparencia entre los gobiernos, el sector privado y la población toda, como reza esa hermosa oración que ustedes tienen por la patria: «Danos el pan de cada día: que lo podamos comer en casa propia y en salud digna de seres humanos».

2. Además de tierra de convocatoria, Panamá es tierra de sueños

En estos días Panamá no solo será recordada como centro regional o punto estratégico para el comercio o el tránsito de personas; se convertirá en un “hub” de la esperanza. Punto de encuentro donde jóvenes provenientes de los cinco continentes, cargados de sueños y esperanzas, celebrarán, se encontrarán, rezarán y reavivarán el deseo y su compromiso por crear un mundo más humano. Así desafiarán las miopes miradas cortoplacistas que, seducidas por la resignación, por la avidez, o presas del paradigma tecnocrático, creen que el único camino posible se transita en el «juego de la competitividad, [de la especulación] y de la ley del más fuerte donde el poderoso se come al más débil» (Exhort. ap. Evangelii gaudium, 53), cerrando el mañana a una nueva imaginación de la humanidad. Al hospedar los sueños de estos jóvenes, hoy Panamá se vuelve tierra de sueños que desafía tantas certezas de nuestro tiempo y genera horizontes vitales que señalan una nueva espesura al caminar con una nueva mirada respetuosa y llena de compasión por los otros. Durante este tiempo seremos testigos de la apertura de nuevos canales de comunicación y de entendimiento, de solidaridad, de creatividad y ayuda mutua; canales de medida humana que impulsen el compromiso, rompan el anonimato y el aislamiento en vistas a una nueva manera de construir la historia.

Otro mundo es posible, lo sabemos y los jóvenes nos invitan a involucrarnos en su construcción para que los sueños no queden en algo efímero o etéreo, para que impulsen un pacto social en el que todos puedan tener la oportunidad de soñar un mañana: el derecho al futuro también es un derecho humano.

En este horizonte parecieran tomar cuerpo las palabras de Ricardo Miró que, al cantarle al terruño de sus amores, decía: «Porque viéndote, Patria, se dijera /que te formó la voluntad divina/ para que bajo el sol que te ilumina /se uniera en ti la Humanidad entera» (Patria de mis amores).

Les renuevo mi agradecimiento por todo lo que han hecho especialmente usted, señor Presidente - para que este encuentro sea posible y expreso a usted, nuevamente señor Presidente, a todos los aquí presentes, y a quienes siguen por los medios de comunicación, mis mejores deseos de un renovada esperanza y alegría en el servicio al bien común.

Que Santa María la Antigua bendiga y proteja a Panamá.

[00111-ES.02] [Texto original: Español]

Traduzione in lingua italiana

Signor Presidente,
Signora Vicepresidente,
Distinte Autorità,
Signore e Signori!

La ringrazio, Signor Presidente, per le Sue parole di benvenuto e il Suo gentile invito a visitare questa Nazione. Nella Sua persona desidero salutare e ringraziare tutto il popolo panamense che, da Darién fino a Chiriquí e Bocas del Toro, ha compiuto uno sforzo inestimabile per accogliere tanti giovani provenienti da ogni parte del mondo. Grazie per averci aperto le porte di casa.

Inizio il mio pellegrinaggio in questo storico luogo dove Simón Bolívar – come ha appena ricordato il Signor Presidente – affermò che “se il mondo dovesse scegliere la sua capitale, l’istmo di Panama sarebbe segnalato per questo augusto destino”, e convocò i leader del suo tempo per forgiare il sogno dell’unificazione della Patria Grande. Una convocazione che ci aiuta a comprendere che i nostri popoli sono capaci di creare, forgiare e soprattutto, sognare una patria grande che sappia e possa accogliere, rispettare e abbracciare la ricchezza multiculturale di ogni popolo e cultura. Seguendo questa ispirazione possiamo contemplare Panama come una terra di convocazione e come una terra di sogno.

1. Panama è una terra di convocazione

Così lo manifestò il Congresso Anfizionico, e così lo manifesta anche oggi l’arrivo di migliaia di giovani che portano con sé il desiderio e la voglia di incontrarsi e di celebrare.

Il vostro Paese, per la sua posizione privilegiata, rappresenta un luogo strategico non soltanto per la regione, ma per il mondo intero. Ponte tra gli oceani e terra naturale di incontri, Panama, il Paese più stretto di tutto il continente americano, è simbolo della sostenibilità che nasce dalla capacità di creare legami e alleanze. Questa capacità contrassegna il cuore del popolo panamense.

Ciascuno di voi occupa un posto speciale nella costruzione della Nazione ed è chiamato a far in modo che questa terra possa adempiere la sua vocazione di essere terra di convocazione e di incontri; questo implica la decisione, l’impegno e il lavoro quotidiano affinché tutti gli abitanti di questo territorio abbiano l’opportunità di sentirsi attori del proprio destino, di quello delle loro famiglie e dell’intera Nazione. È impossibile pensare il futuro di una società senza la partecipazione attiva – e non solo nominale – di ciascuno dei suoi membri, in modo tale che la dignità sia riconosciuta e garantita attraverso l’accesso all’istruzione di qualità e la promozione di un lavoro degno. Entrambe queste realtà sono in grado di aiutare a riconoscere e valorizzare la genialità e il dinamismo creativo di questo popolo e, nel medesimo tempo, sono il miglior antidoto contro qualsiasi tipo di tutela che pretenda di restringere la libertà e sottometta o trascuri la dignità di cittadini, specialmente quella dei più poveri.

Il “genio” proprio di queste terre è contrassegnata dalla ricchezza dei suoi popoli nativi: Bribri, Buglé, Emberá, Kuna, Nasoteribe, Ngäbe e Waunana, che tanto hanno da dire e da ricordare a partire dalla loro cultura e visione del mondo: ad essi va il mio saluto e la mia riconoscenza. E non smette di essere un segno di speranza il fatto che questa Giornata della Gioventù sia iniziata una settimana fa con la Giornata dei giovani dei popoli indigeni e la Giornata dei giovani di discendenza africana. Vi saluto da qui e vi ringrazio per aver fatto questo primo passo di questa Giornata Mondiale della Gioventù. Essere terra di convocazione implica celebrare, riconoscere e ascoltare lo specifico di ognuno di questi popoli e di tutti gli uomini e le donne che formano il volto panamense e saper tessere un futuro aperto alla speranza, perché si è capaci di difendere il bene comune al di sopra degli interessi di pochi o al servizio di pochi soltanto quando esiste la ferma decisione di condividere con giustizia i propri beni.

Le nuove generazioni, con la loro gioia e il loro entusiasmo, con la loro libertà, sensibilità e capacità critica, esigono dagli adulti, ma specialmente da tutti quelli che detengono un ruolo direttivo nella vita pubblica, di avere una condotta conforme alla dignità e autorità che rivestono e che è stata loro affidata. È un invito a vivere con austerità e trasparenza, nella concreta responsabilità per gli altri e per il mondo; un invito a condurre una vita che dimostri che il servizio pubblico è sinonimo di onestà e giustizia, e il contrario di qualsiasi forma di corruzione. Essi esigono un impegno, nel quale tutti – incominciando da quanti ci diciamo cristiani – abbiamo l’audacia di costruire «una politica autenticamente umana» (Cost. past. Gaudium et spes, 73), che ponga la persona al centro come cuore di tutto; e questo spinge a creare una cultura di maggiore trasparenza tra i governi, il settore privato e tutta la popolazione, come recita quella bella preghiera che voi avete per la Patria: “Dacci il pane quotidiano: che possiamo mangiarlo nella nostra casa e con la salute degna di esseri umani”.

2. Oltre che terra di convocazione, il Panama è una terra di sogni

In questi giorni Panama non solo verrà ricordato come centro della regionale o punto strategico per il commercio e per il transito di persone; si trasformerà in un “hub” della speranza. Punto d’incontro dove giovani provenienti dai cinque continenti, pieni di sogni e speranze, celebreranno, si incontreranno, pregheranno e ravviveranno il desiderio e l’impegno di creare un mondo più umano. In questo modo sfideranno le miopi vedute a corto raggio che, sedotte dalla rassegnazione, dall’avidità, o prigioniere del paradigma tecnocratico, credono che l’unica strada possibile passi per il «gioco della competitività», della speculazione, «e della legge del più forte, dove il potente mangia il più debole» (Esort. ap. Evangelii gaudium, 53), chiudendo il futuro ad una nuova prospettiva per l’umanità. Offrendo ospitalità ai sogni di questi giovani, oggi Panama diventa terra di sogni che sfida tante certezze del nostro tempo e crea orizzonti vitali, che indicano una nuova consistenza al procedere con uno sguardo nuovo, rispettoso e pieno di compassione verso gli altri. Durante questo tempo saremo testimoni dell’apertura di nuovi canali di comunicazione e di comprensione, di solidarietà, di creatività e aiuto reciproco; canali a misura d’uomo che diano impulso all’impegno e rompano l’anonimato e l’isolamento in vista di un nuovo modo di costruire la storia.

Un altro mondo è possibile, lo sappiamo e i giovani ci invitano a coinvolgerci nella sua costruzione affinché i sogni non rimangano qualcosa di effimero o etereo, affinché diano impulso ad un patto sociale nel quale tutti possano avere l’opportunità di sognare un domani: anche il diritto al futuro è un diritto umano.

In questo orizzonte sembrano prendere corpo le parole di Ricardo Miró, il quale, cantando alla patria tanto amata, diceva: “Perché vedendoti, o Patria, si direbbe / che ti ha formato la volontà divina / affinché sotto il sole che ti illumina / si unisse in te l’umanità intera” (Patria de mis amores).

Vi rinnovo il mio ringraziamento per tutto quello che avete fatto – soprattutto Lei, Signor Presidente – affinché questo incontro fosse possibile ed esprimo a Lei nuovamente, Signor Presidente, a tutti i presenti e a coloro che ci seguono attraverso i mezzi di comunicazione, i miei migliori auspici per una rinnovata speranza e gioia nel servizio al bene comune.

Santa Maria La Antigua benedica e protegga il Panama!

[00111-IT.02] [Testo originale: Spagnolo]

Traduzione in lingua francese

Monsieur le Président,
Madame la Vice-Présidente,
Distinguées Autorités,
Mesdames et Messieurs,

Je vous remercie, Monsieur le Président, pour vos paroles de bienvenue et pour votre aimable invitation à venir visiter cette nation. Je désire saluer en votre personne et remercier tout le peuple panaméen qui, de Darien à Chiriqui et Bocas del Toro, a accompli des efforts sans mesure pour accueillir tant de jeunes provenant de toutes les parties du monde. Merci de nous ouvrir les portes de votre maison.

Je commence mon pèlerinage en ce lieu historique où Simon Bolivar – comme vient de le rappeler Monsieur le Président - a dit que «si le monde devait choisir une capitale, l’isthme de Panama serait désigné pour être cette auguste destination», et où il a appelé les leaders de son temps pour forger le rêve de l’unification de la Grande Patrie. Appel qui nous aide à comprendre que nos peuples sont capables de créer, forger et surtout rêver une grande patrie qui sache et puisse héberger, respecter et embrasser la richesse multiculturelle de chaque peuple et culture. Suivant cette inspiration, nous pouvons contempler Panama comme une terre d’appel et comme une terre de rêves.

1. Panama est une terre d’appel

C’est ainsi que l’a présentée le Congrès Amphictyonique, et c’est aussi ce que fait voir aujourd’hui le débarquement de milliers de jeunes qui portent avec eux le désir et l’envie de se rencontrer et de célébrer.

Votre pays, par sa position privilégiée, est devenu une enclave stratégique non seulement pour la région mais aussi pour le monde entier. Pont entre les océans et terre naturelle de rencontres, Panama, le pays le plus étroit de tout le continent américain, est le symbole du développement durable qui naît de la capacité à créer des liens et des alliances. Cette capacité constitue le cœur du peuple panaméen.

Chacun de vous a un rôle particulier dans la construction de la nation et est appelé à veiller à ce que cette terre puisse accomplir sa vocation à être une terre d’appels et de rencontres; cela implique la décision, l’engagement et le travail quotidien pour que tous les habitants de ce sol aient l’opportunité de se sentir acteurs de leur destin, de leurs familles et de toute la nation. Il est impossible de penser l’avenir d’une société sans la participation active – et non seulement théorique – de chacun de ses membres, en sorte que la dignité se voit reconnue et garantie par l’accès à une éducation de qualité et la promotion d’emplois dignes. Ces deux réalités possèdent la force d’aider à reconnaitre et valoriser le génie et le dynamisme créateur de ce peuple et, par ailleurs, elles sont le meilleur antidote à tout type de tutelle qui prétendrait réduire la liberté et soumettre ou supprimer la dignité civile, plus particulièrement celle des plus pauvres.

Le génie de ces terres est marqué par la richesse de ses peuples d’origine: bribi, buglé, embera, kuna, nasoteribe, ngäbe et waunana, qui ont tant à dire et à rappeler à partir de leurs cultures et de leur vision du monde: je leur adresse mes salutations, ma gratitude. Et le fait que ces Journées Mondiales de la Jeunesse aient commencé, depuis une semaine, par les Journées des jeunes des peuples indigènes et par les Journées des jeunes d’ascendance africaine, continue à être un signe d’espérance. Je vous salue d’ici et je vous remercie d’avoir vécu cette première étape de ces Journées Mondiales de la Jeunesse. Etre terre d’appel suppose de célébrer, reconnaître et écouter ce qu’il y a de particulier en chacun de ces peuples et chez tous les hommes et les femmes qui constituent le visage panaméen, et c’est oser tisser un avenir d’espérance; car c’est seulement si on est capable de défendre le bien commun par-dessus les intérêts de quelques-uns ou pour quelques-uns qu’existe la ferme décision de partager avec justice ses biens.

Les nouvelles générations, par leur joie et leur enthousiasme, par leur liberté, leur sensibilité et leur capacité critique demandent aux adultes, mais spécialement à tous ceux qui ont un leadership dans la vie publique, de mener une vie conforme à la dignité et à l’autorité qu’ils revêtent et qui leur a été confiées. C’est une invitation à vivre avec rigueur et transparence dans la responsabilité concrète pour les autres et pour le monde; une invitation à mener une vie qui montre que la fonction publique est synonyme d’honnêteté et de justice, et antinomique avec toute forme de corruption. Ils réclament un engagement où tous – à commencer par ceux que nous appelons chrétiens – nous ayons l’audace de construire «une politique authentiquement humaine» (Const. past. Gaudium et spes, n. 73) qui mette la personne au centre comme le cœur de tout, lequel pousse à créer une culture de plus grande transparence chez les pouvoirs publics, le secteur privé et toute la population, comme le demande cette belle prière que vous avez pour la patrie: «Donne-nous le pain de chaque jour: que nous puissions le manger chacun dans sa maison et avec une santé digne d’êtres humains».

2. Outre une terre d’appel, le Panama est une terre de rêves

Ces jours-ci, Panama ne va pas être rappelé seulement comme centre régional et point stratégique pour le commerce et le passage de personnes; elle va se changer en un “hub” de l’espérance. Point de rencontre où des jeunes provenant des cinq continents, remplis de rêves et d’espérances, vont célébrer, se rencontrer, prier et raviver le désir et leur engagement pour créer un monde plus humain. Ils vont mettre au défi les regards myopes à court terme qui, tentés par la résignation, par l’avidité, ou prisonniers du paradigme technocratique, croient que le seul chemin possible passe par «le jeu de la compétitivité, [de la spéculation] et de la loi du plus fort, où le puissant mange le plus faible» (Exhort. ap. Evangelii gaudium, n. 53), fermant le lendemain à une nouvelle imagination de l’humanité. En accueillant les rêves de ces jeunes, aujourd’hui, Panama devient une terre de rêves qui défie beaucoup de certitudes de notre époque et génère des horizons de vie qui indiquent une nouvelle manière de marcher avec un regard nouveau, respectueux et plein de compassion sur les autres. Durant ce temps nous serons témoins de l’ouverture de nouveaux canaux de communication et de compréhension, de solidarité, de créativité et d’aide mutuelle; des canaux à dimension humaine qui stimulent l’engagement et rompent l’anonymat et l’isolement en vue d’une nouvelle manière de construire l’histoire.

Un autre monde est possible, nous le savons et les jeunes nous invitent à nous impliquer dans sa construction pour que les rêves ne tombent pas dans l’éphémère ou l’éthéré, mais pour qu’ils stimulent un pacte social dans lequel tous puissent avoir l’opportunité de rêver un lendemain: le droit à l’avenir est aussi un droit humain.

Les paroles de Ricardo Miró, chantant le terroir de ses amours, semblent prendre corps dans cet horizon; il disait: «Pourquoi en te voyant, Patrie, on disait / que la volonté divine t’a formée / parce que sous le soleil qui t’éclaire / l’Humanité entière se réunira» (Patria de mis amores).

Je vous renouvelle mes remerciements pour tous ce que vous avez fait – en particulier vous, Monsieur le Président - pour que cette rencontre soit possible, et je vous exprime, à vous de nouveau, Monsieur le Président, à toutes les personnes ici présentes et à celles qui suivent à travers les moyens de communication, mes vœux les meilleurs d’une espérance renouvelée de joie dans le service du bien commun.

Que Santa Maria La Antigua bénisse et protège le Panama.

[00111-FR.02] [Texte original: Espagnol]

Traduzione in lingua inglese

Mr President,
Madam Vice President,
Distinguished Authorities,
Ladies and Gentlemen,

I thank you, Mr President, for your words of welcome and your kind invitation to visit this nation. In addressing you, I would like to greet and thank all the people of Panama who, from Darién to Chiriquí and Bocas del Toro, have made a marvellous effort to welcome the many young people arriving from all over the world. Thank you for having opened to us the doors of your home.

I begin my pilgrimage in this historical precinct where, as His Excellency the President just reminded us, Simón Bolívar stated that “if the world had to choose its capital, the Isthmus of Panama would be marked out for this great destiny”, and convoked the leaders of his time to forge the dream of the unification of the Great Fatherland. A convocation that helps us realize that our peoples are able to create, to forge and, above all, to dream of a great fatherland that can include, respect and embrace the multicultural richness of each people and culture. Taking up this inspiration, we can look upon Panama as a land of convocation and a land of dreams.

1. Panama is a land of convocation

This was seen in the Congress of Panama and is seen today too in the arrival of thousands of young people who bring with them the hope and desire to meet and celebrate with one another.

Thanks to its privileged location, your country is a strategic enclave not only for the region but also for the entire world. A bridge between oceans and a natural land of encounter, Panama, the narrowest country of the entire American continent, is the symbol of the sustainability born of the ability to create bonds and alliances. This capacity shapes the heart of the Panamanian people.

Each of you has a special place in the building of the nation, and is called to ensure that this land can live up to its vocation to be a land of convocation and encounter. This involves decision, commitment and daily effort to ensure that all have the opportunity to feel that they are agents of their own destiny and that of their families and the entire nation. It is impossible to think of the future of a society without the active – and not merely nominal – participation of each of its members, in such a way that his or her dignity is acknowledged and guaranteed through access to quality education and the promotion of dignified jobs. These two realities help make it possible to recognize and appreciate the genius and the creative dynamism of this people. Similarly, they are the best antidote to any type of “guardianship” that would restrict your freedom and subordinate or ignore the dignity of citizens, especially that of the most poor.

The genius of these lands is marked by the richness of its indigenous peoples: the bribri, bugle, emberá, kuna, nasoteribe, ngäbe and waunana, who have so much to relate and recall from their culture and vision of the world. I greet them and I thank them. And it continues to be a sign of hope that this World Youth Day started a week ago with the Day of young people from indigenous communities and the Day of young people of African descent. I greet them from here and I thank them that they have taken this first step of the World Youth Day. To be a land of convocation means celebrating, acknowledging and listening to what is specific about each of these peoples and of all those men and women who make up the face of Panama and work to build a future of hope. For it is possible to defend the common good above the interests of a few or for few only when there is a firm decision to share with justice one’s goods.

The younger generation, with its joy and enthusiasm, with its freedom, sensitivity and critical capacity, demands that adults, and especially all those who exercise roles of leadership in public life, lead a life consonant with the dignity and authority that they possess and that has been entrusted to them. They call upon them to live in simplicity and transparency, with a clear sense of responsibility for others and for our world. It is a call to lead a life that demonstrates that public service is a synonym of honesty and justice, and opposed to all forms of corruption. Young people demand a commitment in which all – beginning with those of us who call ourselves Christians – have the audacity to build “an authentically human politics” (Gaudium et Spes, 73) that makes the person the centre and heart of everything. A politics that works to build a culture of greater transparency between governments, the private sector and the entire population, in the words of your prayer for your country: “Give us our daily bread: may we eat it in our own homes and in a state of health worthy of human beings”.

2. As well as being a land of convocation, Panama is a land of dreams

In these days, Panama will not only be spoken of as a regional centre or strategic site for commerce or the transit of persons: it will turn into a hub of hope. A meeting-point where young people coming from the five continents, brimming with dreams and hopes, will celebrate, meet one another, pray and kindle their desire and commitment to building a more humane world. In this way, they will defy the shortsighted and short-term views that, seduced by resignation or greed, or prey to the technocratic paradigm, believe that the only way forward is to obey the “laws of competition, [speculation] and the survival of the fittest, where the powerful feed upon the powerless” (Evangelii Gaudium, 53). To believe that would be to close the future to a new imagination of humanity. By welcoming the dreams of these young people, Panama now becomes once more a land of dreams that challenges so many certainties of our time and opens up vital horizons that can enrich the path ahead through a fresh, respectful and compassionate gaze towards others. In these days, we will witness the opening of new channels of communication and understanding, of solidarity, creativity and mutual assistance; channels of humanity that foster commitment and break through anonymity and isolation, for the sake of a new way of building history.

Another world is possible! We know this and young people urge us to take our part in building it, so that our dreams do not remain ephemeral or ethereal, but can promote a social contract in which everyone has the chance to dream of a tomorrow. The right to the future is also a human right.

Against this horizon, the words of Ricardo Miró seem to come alive. In singing to his beloved homeland, he said: “When they see you, my native land, they might say that you were shaped by God’s will, so that beneath the sun shining down upon you, all humanity can come together in you” (Patria de mis amores).

I renew my gratitude for everything you have done, especially you, Mr President, to make this meeting possible, and I reiterate to Your Excellency, and to all those here present, and all those who join us through the communications media, my best wishes for renewed hope and joy in the service of the common good.

May Our Lady, Santa Maria La Antigua, bless and protect Panama.

[00111-EN.02] [Original text: Spanish]

Traduzione in lingua tedesca

Herr Präsident,
Frau Vizepräsidentin,
sehr geehrte Vertreter des öffentlichen Lebens,
meine Damen und Herren,

ich danke Ihnen, Herr Präsident, für Ihre Willkommensworte und für Ihre freundliche Einladung, dieses Land zu besuchen. In Ihrer Person möchte ich das ganze panamaische Volk begrüßen und ihm dafür danken, dass es von Darién bis Chiriquí und Bocas del Toro außerordentliche Anstrengungen unternommen hat, um so viele junge Menschen aus allen Teilen der Welt aufzunehmen. Vielen Dank, dass Sie uns die Türen Ihrer Häuser geöffnet haben.

Ich beginne meine Pilgerreise an diesem historischen Ort, an dem Simón Bolívar – wie eben der Herr Präsident in Erinnerung gerufen hat – eins bemerkte: „Wenn die Welt ihre Hauptstadt zu wählen hätte, wäre der Isthmus von Panama für diese hehre Bestimmung angezeigt“ und die Führer seiner Zeit zusammenrief, um den Traum der Vereinigung des „Großen Vaterlandes“ zu entwerfen. Jene Zusammenkunft hilft uns zu verstehen, dass unsere Völker fähig sind, ein großes Vaterland zu schaffen, zu formen und vor allem zu erträumen, das in der Lage ist, den multikulturellen Reichtum jedes Volkes und jeder Kultur aufzunehmen, zu achten und zu umfassen. Wenn wir dieser Anregung folgen, können wir Panama als ein Land der Zusammenkunft und als ein Land des Traumes betrachten.

1. Panama ist ein Land der Zusammenkunft

So zeigte es der Panama-Kongress, und so zeigt es heute die Ankunft von Tausenden von Jugendlichen, die den Wunsch und die Lust mitbringen, sich zu treffen und zu feiern.

Wegen seiner privilegierten Lage stellt Ihr Land nicht nur für die Region, sondern für die ganze Welt einen strategischen Ort dar. Als Brücke zwischen den Ozeanen und naturgegebenes Land für Begegnungen ist Panama, der schmalste Staat auf dem ganzen amerikanischen Kontinent, ein Symbol für die Nachhaltigkeit, die von der Fähigkeit herrührt, Verbindungen und Bündnisse herzustellen. Diese Fähigkeit zeichnet das Herz des panamaischen Volkes aus.

Jeder von Ihnen nimmt einen besonderen Platz beim Aufbau der Nation ein und soll dafür sorgen, dass dieses Land seine Berufung erfüllen kann, ein Land von Zusammenkunft und Begegnung zu sein. Dies schließt die Entschlossenheit, den Einsatz und die tägliche Arbeit mit ein, damit alle Einwohner dieses Landes die Möglichkeit haben, sich als Gestalter ihrer Zukunft sowie der ihrer Familien und der ganzen Nation zu fühlen. Es ist nicht möglich, sich die Zukunft einer Gesellschaft ohne die aktive Beteiligung – nicht bloß dem Namen nach – eines jeden ihrer Glieder vorzustellen, und zwar dermaßen, dass ihre Würde durch den Zugang zu guter Bildung und die Förderung von würdiger Arbeit anerkannt und garantiert wird. Diese beiden Gegebenheiten sind imstande, dazu beizutragen, die Talente und die kreative Kraft dieses Volkes zu erkennen und zur Geltung zu bringen. Zugleich sind sie das beste Gegenmittel gegen jede Art der Bevormundung, welche die Freiheit einschränken will und die Würde der Bürger, vor allem der Ärmsten, erniedrigt oder verletzt.

Die Talente der Regionen dieses Landes sind vom Reichtum seiner indigenen Völker geprägt: Bribri, Bugle, Embera, Kuna, Naso-Teribe, Ngäbe und Wounaan. Sie haben viel zu sagen und in Erinnerung zu rufen, angefangen von ihrer Kultur und Sicht der Welt. Ihnen gilt mein Gruß und meine Dankbarkeit. Und es hört nicht auf, ein Zeichen der Hoffnung zu sein, wie die Tatsache zeigt, dass dieser Weltjugendtag vor einer Woche mit dem Jugendtag der indigenen Völker und dem Jugendtag der jungen Menschen afrikanischer Herkunft begonnen hat. Ich grüße euch von hier aus und danke euch, dass ihr diesen ersten Schritt dieses Weltjugendtages gemacht habt. Land der Zusammenkunft zu sein beinhaltet, das Spezifische eines jeden dieser Völker sowie aller Männer und Frauen, die das Gesicht Panamas bilden, hervorzuheben, anzuerkennen und zu hören. Dazu gehört auch, eine verheißungsvolle Zukunft gestalten zu wollen, denn man kann das Gemeinwohl vor den Interessen von wenigen oder für wenige nur verteidigen, wenn die feste Entschlossenheit vorhanden ist, die eigenen Güter gerecht miteinander zu teilen.

Die jungen Generationen mit ihrer Freude und Begeisterung, ihrer Freiheit, Sensibilität und kritischen Fähigkeit fordern von den Erwachsen, insbesondere aber von allen, die im öffentlichen Leben eine Führungsrolle innehaben, dass sie ein Leben führen, dass der Würde und der Autorität entspricht, die sie bekleiden und die ihnen übertragen wurden. Es ist eine Einladung zu einem Leben in Genügsamkeit und Transparenz, in der konkreten Verantwortung für die anderen und für die Welt. Es ist eine Einladung, ein Leben zu führen, das deutlich macht, dass der Dienst an der Öffentlichkeit für Ehrlichkeit und Gerechtigkeit steht und das Gegenteil jeglicher Form von Korruption ist. Die Mitmenschen fordern einen Einsatz, bei dem alle – angefangen bei uns Christen – echten Mut zum »Aufbau eines wirklich menschenwürdigen politischen Lebens« (Pastoralkonstitution Gaudium et spes, 73) haben, das den Menschen als das Herz von allem ins Zentrum stellt. Dies drängt dazu, eine Kultur größerer Transparenz zwischen den Regierungen, dem Privatbereich und der ganzen Bevölkerung zu schaffen, wie es Ihr schönes Gebet für das Vaterland besagt: »Gib uns das tägliche Brot, damit wir es in unseren Häusern und in voller menschlicher Würde essen können.«

2. Neben einem Land der Zusammenkunft ist Panama ein Land der Träume

In diesen Tagen wird man an Panama nicht nur als regionales Zentrum oder strategischen Punkt für den Handel und den Personenverkehr denken; es wird sich in einen „Hub“ der Hoffnung verwandeln. An diesem Treffpunkt werden Jugendliche aus allen fünf Kontinenten voller Träume und Hoffnungen feiern, einander begegnen, beten sowie den Wunsch und ihr Engagement erneuern, eine menschlichere Welt aufzubauen. Auf diese Weise werden sie den völlig kurzsichtigen Ansichten trotzen, die – beeinflusst von Resignation oder Gier oder im technokratischen Paradigma gefangen – meinen, dass der einzig gangbare Weg über die »Kriterien der Konkurrenzfähigkeit«, der Spekulation und das »Gesetz des Stärkeren [führt], wo der Mächtigere den Schwächeren zunichtemacht« (Apostolisches Schreiben Evangelii gaudium, 53). Dadurch verschließen sie einer neuen Perspektive für die Menschheit die Zukunft. Wenn Panama den Träumen dieser jungen Menschen Heimat gibt, wird es heute zu einem Land der Träume, das viele Gewissheiten unserer Zeit herausfordert und Lebenshorizonte schafft, die auf eine neue Grundlage hinweisen, um mit einem neuen Blick des Respekts und des Mitgefühls für die anderen voranzuschreiten. Während dieser Zeit werden wir Zeugen der Öffnung neuer Kanäle für Kommunikation und Verständnis, Solidarität, Kreativität und gegenseitige Hilfe sein; menschengerechte Kanäle, die den Einsatz vorantreiben und die Anonymität und Abschottung aufbrechen im Hinblick auf eine neue Weise, die Geschichte zu gestalten.

Eine andere Welt ist möglich, wie wir wissen, und die Jugendlichen laden uns dazu ein, uns an ihrem Aufbau zu beteiligen, damit die Träume nicht etwas Vergängliches und Flüchtiges bleiben, damit sie zu einem Sozialpakt anspornen, bei dem alle die Möglichkeit haben, von einem Morgen zu träumen: Auch das Recht auf Zukunft ist ein Menschenrecht.

Vor diesem Hintergrund scheinen die Worte von Ricardo Miró Gestalt anzunehmen, der seine geliebte Heimaterde besang: „Bei deinem Anblick, o Vaterland, könnte man sagen, / Gottes Wille habe dich geschaffen, / damit unter der Sonne, die dich bescheint, / die gesamte Menschheit auf dir sich vereine“ (Patria de mis amores).

Noch einmal möchte ich für all das danken, was Sie getan haben – vor allem Sie, Herr Präsident –, damit dieses Treffen stattfinden kann. Ihnen wiederum, Herr Präsident, allen Anwesenden und denen, die uns über die Kommunikationsmittel verfolgen, spreche ich meine besten Wünsche für eine neue Hoffnung und Freude im Dienst am Gemeinwohl aus.

Die heilige Gottesmutter „Santa María la Antigua“ segne und schütze Panama!

[00111-DE.02] [Originalsprache: Spanisch]

Traduzione in lingua portoghese

Senhor Presidente,
Senhora Vice-Presidente,
Distintas autoridades,
Senhoras e Senhores!

Agradeço-lhe, Senhor Presidente, as suas palavras de boas-vindas e o amável convite para visitar esta nação. Na sua pessoa, desejo saudar e agradecer a todo o povo panamense que, de Darién até Chiriqui e Bocas del Toro, fez um esforço incalculável para acolher tantos jovens vindos dos quatro cantos do mundo. Obrigado por nos terdes aberto as portas de casa.

Começo a minha peregrinação neste local histórico onde Simon Bolívar – como acabou de lembrar o Senhor Presidente – afirmou que, «se o mundo tivesse de escolher a sua capital, para este augusto destino seria assinalado o istmo do Panamá», e convocou os líderes do seu tempo a fim de forjar o sonho da unificação da Pátria Grande. Uma convocação que nos ajuda a compreender que os nossos povos são capazes de criar, forjar e sobretudo sonhar uma pátria grande que saiba e possa acolher, respeitar e abraçar a riqueza multicultural de cada povo e cultura. Na esteira desta inspiração, podemos contemplar o Panamá como uma terra de convocação e como uma terra de sonho.

1. Panamá é uma terra de convocação

Assim o manifestou o Congresso Anfictiónico e o mesmo manifesta também hoje a chegada de milhares de jovens que trazem consigo o desejo e a vontade de se encontrar e celebrar.

O vosso país, pela sua localização privilegiada, constitui um ponto estratégico não só para a região, mas também para o mundo inteiro. Ponte entre os oceanos e terra natural de encontros, o Panamá (o país mais estreito de todo o continente americano) é símbolo da sustentabilidade que nasce da capacidade de criar vínculos e alianças. Esta capacidade configura o coração do povo panamense.

Cada um de vós ocupa um lugar especial na construção da nação e é chamado a assegurar que a mesma possa cumprir a sua vocação de terra de convocação e de encontros; isto requer decisão, empenho e trabalho diário para que todos os habitantes deste território tenham a oportunidade de se sentir atores do destino próprio, das suas famílias e de toda a nação. É impossível conceber o futuro duma sociedade sem a participação ativa – e não apenas nominal – de cada um dos seus membros, para que a dignidade seja reconhecida e garantida através do acesso a uma instrução de qualidade e à promoção dum trabalho digno. Estas duas realidades juntas são capazes de ajudar a reconhecer e valorizar a genialidade e o dinamismo criativo deste povo, e ao mesmo tempo são o melhor antídoto contra qualquer tipo de tutela que pretenda limitar a liberdade e subjugue ou transcure a dignidade dos cidadãos, especialmente dos mais pobres.

A genialidade desta terra é configurada pela riqueza dos seus povos nativos: Bribri, Buglé, Emberá, Kuna, Nasoteribe, Ngäbe e Waunana, que muito nos têm a dizer e lembrar a partir da sua cultura e visão de mundo: para eles, a minha saudação e o meu reconhecimento. E não deixa de ser um sinal de esperança o facto de que esta Jornada da Juventude tenha começado há uma semana com a Jornada dos jovens dos povos indígenas e a Jornada dos jovens de descendência africana. Daqui vos saúdo e agradeço por terdes dado este primeiro passo desta Jornada Mundial da Juventude. Ser terra de convocação requer celebrar, reconhecer e escutar o que é específico de cada um destes povos e de todos os homens e mulheres que compõem a fisionomia panamense e saber tecer um futuro aberto à esperança, porque só se é capaz de defender o bem comum acima dos interesses de poucos ou ao serviço de poucos, quando existe a firme decisão de partilhar com justiça os próprios bens.

Com a sua alegria e entusiasmo, com a sua liberdade, sensibilidade e capacidade crítica, as novas gerações exigem dos adultos, especialmente de todos aqueles que detêm um papel de liderança na vida pública, que tenham uma conduta conforme à dignidade e autoridade de que estão revestidos e que lhes foi confiada. É um convite a viver com austeridade e transparência, na responsabilidade concreta pelos outros e pelo mundo; um convite a levar uma vida que demonstre que o serviço público é sinónimo de honestidade e justiça contrapondo-se a qualquer forma de corrupção. Os jovens exigem um empenhamento, em que todos – a começar por quantos se dizem cristãos – tenham a ousadia de construir «uma vida política verdadeiramente humana» (Conc. Ecum. Vat. II, Const. past. Gaudium et spes, 73), que coloque a pessoa no centro como coração de tudo; e isto impele a criar uma cultura de maior transparência entre os governos, o setor privado e toda a população, como recita esta bela oração que fazeis pela pátria: «Dai-nos o pão de cada dia: que o possamos comer na nossa casa e com a saúde digna de seres humanos».

2. Para além de terra de convocação, o Panamá é uma terra de sonhos

Nestes dias, o Panamá será lembrado não apenas como centro da região ou ponto estratégico para o comércio e para o trânsito de pessoas; transformar-se-á numa «confluência» de esperança. Ponto de encontro onde jovens provenientes dos cinco continentes, cheios de sonhos e esperanças, vão celebrar, reunir-se, rezar e reavivar o desejo e o compromisso de criar um mundo mais humano. Assim, desafiarão as visões míopes de curto alcance que, seduzidas pela resignação, pela ganância, ou prisioneiras do paradigma tecnocrático, creem que o único caminho possível passa pelo «jogo da competitividade», da especulação «e da lei do mais forte, onde o poderoso engole o mais fraco» (Francisco, Exort. ap. Evangelii gaudium, 53), fechando o futuro a uma nova perspetiva para a humanidade. Ao hospedar os sonhos destes jovens, hoje o Panamá torna-se terra de sonhos que desafia muitas certezas do nosso tempo e cria horizontes vitais que conferem uma nova espessura ao caminhar com uma visão nova, respeitosa e cheia de compaixão para com os outros. Durante este tempo, seremos testemunhas da abertura de novos canais de comunicação e compreensão, de solidariedade, criatividade e ajuda mútua; canais à medida do homem que deem impulso ao compromisso e quebrem o anonimato e o isolamento tendo em vista um novo modo de construir a história.

Sabemos que é possível outro mundo; e os jovens convidam-nos a envolver-nos na sua construção, para que os sonhos não permaneçam algo de efémero ou etéreo, para que deem impulso a um pacto social no qual todos possam ter a oportunidade de sonhar um amanhã: o direito ao futuro também é um direito humano.

Neste horizonte, parecem tomar forma as palavras de Ricardo Miró, quando cantava à sua pátria tão amada, dizendo: «Porque vendo-te, ó pátria, se diria / que te formou a vontade divina / para que sob o sol que te ilumina / se unisse em ti a humanidade inteira» (Patria de mis amores).

Renovo o meu agradecimento por tudo o que fizestes – sobretudo Vossa Excelência, Senhor Presidente – para que este encontro fosse possível e formulo, de novo para Vossa Excelência, Senhor Presidente, para todos vós aqui presentes e quantos nos acompanham pelos meios de comunicação social, venturosos votos de renovada esperança e alegria no serviço do bem comum.

Santa Maria La Antigua abençoe e proteja o Panamá.

[00111-PO.02] [Texto original: Espanhol]

Traduzione in lingua polacca

Panie Prezydencie,
Pani Wiceprezydent,
Szanowani przedstawiciele władz,
Panie i Panowie,

Dziękuję, Panie Prezydencie, za Pańskie słowa powitania i uprzejme zaproszenie do odwiedzenia tego narodu. W Pańskiej osobie pragnę pozdrowić i podziękować całemu narodowi panamskiemu, który od Darién do Chiriqui i Bocas del Toro, podjął nieocenione wysiłki, by przyjąć wielu ludzi młodych z całego świata. Dziękuję za otwarcie nam drzwi domu.

Rozpoczynam moją pielgrzymkę w tym historycznym miejscu, gdzie Simón Bolivar – jak przed chwilą przypomniał Pan Prezydent – stwierdził, iż „gdyby świat musiał wybrać swą stolicę, to wskazałby na ten szlachetny cel Przesmyk Panamski”, i zwołał przywódców swoich czasów, by ukształtować marzenie zjednoczenia Wielkiej Ojczyzny. Zwołanie, które pomaga nam zrozumieć, że nasze narody są zdolne do tworzenia, kształtowania, a nade wszystko wymarzenia takiej wielkiej ojczyzny, która umiałaby i mogła przyjąć, respektować i ogarnąć wielokulturowe bogactwo każdego narodu i kultury. Idąc za tą inspiracją, możemy myśleć o Panamie jako ziemi zwołania i jako ziemi marzeń.

1. Panama jest ziemią zwołania

Wyraźnie ukazał to Kongres Amfiktioniczny, i tak to ukazuje również dzisiaj przybycie tysięcy ludzi młodych, którzy przynoszą ze sobą pragnienie i chęć spotkania się i świętowania.

Wasz kraj, ze względu na uprzywilejowaną lokalizację, stanowi miejsce strategiczne nie tylko dla regionu, ale także dla całego świata. Jest mostem między oceanami i naturalną ziemią spotkań. Panama, najwęższy kraj w obu Amerykach, jest symbolem zrównoważonego rozwoju rodzącego się ze zdolności do tworzenia więzi i przymierzy. Ta zdolność charakteryzuje serce Panamczyków.

Każdy z was zajmuje szczególne miejsce w konstrukcji państwa i jest wezwany do zapewnienia, aby ta ziemia mogła wypełnić swoje powołanie do bycia ziemią zwołania i spotkań. Pociąga to za sobą postanowienie, zaangażowanie i codzienną pracę, aby wszyscy mieszkańcy tej ziemi mieli możliwość poczuć się twórcami swego losu, losu swoich rodzin i całego państwa. Nie można myśleć o przyszłości społeczeństwa bez czynnego, a nie tylko nominalnego udziału każdego z jego członków, tak aby godność była uznana i zagwarantowana poprzez dostęp do wysokiej jakościowo edukacji i krzewienia godnej pracy. Obie te rzeczywistości mogą dopomóc w uznaniu i docenieniu geniuszu i twórczej dynamiki tego ludu, a jednocześnie są najlepszym antidotum na wszelkiego rodzaju kuratele, które mają na celu ograniczenie swobody i podporządkowują lub lekceważą godność obywateli, zwłaszcza tych najbiedniejszych.

Geniusz właściwy tej ziemi jest naznaczony bogactwem jej rdzennych mieszkańców: Bribri, Bugé, Emberá, Kuna, Naso (Teribe), Ngäbe i Waunana, którzy mają wiele do powiedzenia i przypomnienia wychodząc ze swej kultury i wizji świata: kieruję do nich moje pozdrowienie i uznanie. I nie przestaje być znakiem nadziei fakt, że ten Światowy Dzień Młodzieży rozpoczął się tydzień temu Dniem młodych ludów tubylczych i Dniem młodych pochodzenia afrykańskiego. Pozdrawiam was stąd i dziękuję, że zrobiliście pierwszy krok tego Światowego Dnia Młodzieży. Bycie ziemią zwołania oznacza celebrowanie, uznanie i wysłuchanie swoistych cech każdego z tych ludów a także wszystkich ludzi, którzy tworzą oblicze Panamy oraz umiejętność tworzenia przyszłości otwartej na nadzieję, aby być zdolnymi do obrony dobra wspólnego ponad interesami jedynie nielicznych czy służących nielicznym, kiedy istnieje stanowcza decyzja by sprawiedliwie dzielić swoje dobra.

Nowe pokolenia, z ich radością i entuzjazmem, z ich wolnością, wrażliwością i zdolnością krytycyzmu, wymagają od dorosłych, ale zwłaszcza od tych wszystkich, którzy posiadają rolę wiodącą w życiu publicznym, życia zgodnego z posiadaną godnością i powierzoną im władzą. Jest to zachęta do życia z wyrzeczeniem i przejrzystością, w konkretnej odpowiedzialności za innych i za świat; zachęta do prowadzenia życia, które ukazałoby, że służba publiczna jest synonimem uczciwości i sprawiedliwości oraz przeciwieństwem wszelkiej formy korupcji. Wymaga to zaangażowania, w którym wszyscy – począwszy od tych, którzy deklarują się jako chrześcijanie – mieliby odwagę budowania „prawdziwie humanitarnego życia politycznego” (Konst. Duszpast. Gaudium et spes, 73), które stawia osobę w centrum, jako serce wszystkiego. Pobudza to do tworzenia kultury większej przejrzystości wśród rządów, sektora prywatnego i wszystkich mieszkańców, jak mówi ta piękna modlitwa, jaką odmawiacie za ojczyznę: „Daj nam chleba powszedniego, abyśmy mogli spożywać go w naszym domu i codziennie: byśmy mogli spożywać go w naszym domu i w zdrowiu godnym ludzi”.

2. Będąc ziemią zwołania, Panama jest ziemią marzeń

W tych dniach Panama będzie wspominana nie tylko jako centrum regionalne lub punkt strategiczny dla handlu czy tranzytu ludzi. Stanie się „hubem” nadziei. Miejscem spotkań, w którym młodzi ludzie z pięciu kontynentów, pełni marzeń i nadziei, będą świętować, spotykać się, modlić się oraz ożywiać pragnienie i zaangażowanie w tworzenie świata bardziej ludzkiego. W ten sposób będą stawiać wyzwanie krótkowzrocznym, doraźnym poglądom ludzi zwiedzionych rezygnacją, chciwością czy zniewolonych paradygmatem technokratycznym, wierzących, że jedyna możliwa droga prowadzi przez „grę rywalizacji”, spekulacji i „prawo silniejszego, gdzie możny pożera słabszego” (Adhort. ap. Evangelii gaudium, 53), zamykając jutro na nową perspektywę dla ludzkości. Goszcząc marzenia tych młodych ludzi, Panama staje się dziś ziemią marzeń, stawiającą wyzwanie wielu pewnikom naszego czasu i stwarzającą życiodajne perspektywy, wskazujące nową podstawę do kroczenia z nowym spojrzeniem, naznaczonym szacunkiem i przenikniętym współczuciem dla drugiego. W tym czasie będziemy świadkami otwarcia nowych kanałów komunikacji i zrozumienia, solidarności, kreatywności i wzajemnej pomocy; kanałów na miarę człowieka, które dałyby bodziec do zaangażowania i zrywałyby anonimowość i izolację, z myślą o nowym sposobie budowania historii.

Wiemy, że inny świat jest możliwy, a ludzie młodzi zapraszają nas do udziału w jego budowaniu, aby marzenia nie pozostały czymś chwilowym czy ulotnym, aby pobudziły do paktu społecznego, w którym wszyscy mogliby mieć możliwość marzenia o jakimś jutrze: również prawo do przyszłości jest prawem człowieka.

W tej perspektywie zdają się nabierać kształtu słowa Ricardo Miró, który śpiewając o tak bardzo umiłowanej ojczyźnie mówił: „Aby widząc ciebie Ojczyzno, mówiono / że ukształtowała cię wola Boża / aby pod oświecającym cię słońcem / zjednoczyła się w tobie cała ludzkość” (Patria de mis amores).

Ponawiam moją wdzięczność za wszystko, co uczyniliście – zwłaszcza Pan, Panie Prezydencie -, aby to spotkanie było możliwe i ponownie wyrażam Panu, Panie Prezydencie, oraz wszystkim obecnym, a także osobom, które nas śledzą za pomocą środków przekazu, moje najlepsze życzenia odnowionej nadziei i radości w służbie wspólnemu dobru.

Niech Matka Boża Starsza (Santa Maria la Antigua) błogosławi i strzeże Panamę!

[00111-PL.02] [Testo originale: Spagnolo]

Traduzione in lingua araba

 

فخامة رئيس الجمهورية،

السيدة نائبة رئيس الجمهورية،

السادة أعضاء المجلس التشريعي وحكومة الجمهورية،

السادة أعضاء السلك الدبلوماسي،

السلطات الكريمة،

السيدات والسادة،

أشكركم، فخامة الرئيس، على كلمات الترحيب وعلى دعوتكم الكريمة لزيارة هذا البلد. أودّ أن أحيّي وأشكر، عبر شخصكم، شعب بنما الذي، من داريين إلى شيريكي وبوكاس ديل تورو، قام بجهد لا يقدّر بثمن من أجل استضافة الكثير من الشبيبة القادمين من جميع أنحاء العالم. شكرًا لأنكم فتحتم لهم أبواب منزلكم.

أبدأ رحلتي من هذا المكان التاريخي حيث أكّد سيمون بوليفار –كما ذكّر به للتوّ فخامة الرئيس- أنه "إذا كان على العالم أن يختار عاصمته، لكان قُدِّمَ برزخ بنما لهذا النصيب الموقّر"، واستدعى قادة عصره لتشكيل حلم توحيد الوطن الأعظم. إنها دعوة تساعدنا على الفهم أن شعوبنا قادرة على الإبداع، وقبل كلّ شيء، على أن تحلم بوطن عظيم يعرف كيف يستضيف ويحترم الغنى متعدّد الثقافات الخاص بكلّ شعب وكلّ ثقافة. على خطى هذا الإلهام يمكننا أن نفكّر في بنما كأرض الدعوة وكأرض الأحلام.

1.     بنما هي أرض الدعوة

هكذا أظهرها مؤتمر الأنفيزيوني (مؤتمر بنما سنة 1826: أخوّة وإدماج)، وهكذا يظهره اليوم أيضًا مجيء الآلاف من الشبيبة حاملين الرغبة والإرادة في أن يلتقوا ويحتفلوا.

إن بلدكم، بفضل موقعه المتميّز، يمثّل مكانًا استراتيجيًا ليس فقط للمنطقة، بل للعالم أجمع. فبنما، التي هي جسر بين المحيطات وأرض طبيعية للالتقاء وأضيق بلد في القارة الأمريكية بأكملها، تشكّل رمزًا للاستدامة، ينبع من القدرة على إنشاء الروابط والتحالفات. هذه القدرة تميّز قلب الشعب البنمي.

إن كلّ فرد منكم يحتلّ مكانًا خاصًّا في بناء الأمّة وهو مدعوّ لمساعدة هذه الأرض على إتمام رسالتها بأن تكون أرض الدعوة واللقاء. وهذا يعني القرار والالتزام والعمل اليومي كيما يتسنّى لجميع سكّان هذه الأرض أن يشعروا بأنهم يشاركون في مصيرهم ومصير عائلاتهم والأمّة بأسرها. من المستحيل التفكير في مستقبل مجتمع بدون مشاركة ناشطة -وليس فقط اسمية- لكلّ عضو من أعضائه، بطريقة تُكون فيها الكرامة محفوظة ومضمونة من خلال الحصول على تربية جيّدة وتعزيز عمل كريم. وتستطيع كلّ من هذه الحقائق على المساعدة في إدراك وتعزيز عبقرية هذا الشعب وديناميكيته الإبداعية، وهي في الوقت نفسه، أفضل ترياق ضدّ أيّ نوع من الحماية التي تتطلّب تقييد الحرّية وإخضاع كرامة المواطنين أو إهمالها، ولا سيما كرامة الفقراء.

إن "العبقرية" النموذجيّة لهذه الأراضي تتميّز بغنى سكّانها الأصليين: بريبري، بوغليه، إمبيرا، كونا، ناسوتريبي، نغابي ووانانا، الذين لديهم الكثير ليقولوه ويذكّروا به انطلاقًا من ثقافتهم ورؤيتهم للعالم: لهم تحيّاتي وامتناني. لقد بدأ يوم الشبيبة هذا قبل أسبوع، مع يوم شبيبة السكّان الأصليّين ويوم الشبيبة المنحدرين من أصل أفريقي، وهذه علامة رجاء مستمرّة. أحيّيكم من هنا وأشكركم على اتّخاذكم هذه الخطوة الأولى في يوم الشبيبة العالميّ. أن تكون أرض الدعوة يعني الاحتفال والاعتراف والاستماع إلى كلّ ما يميّز هذه الشعوب وجميع الرجال والنساء الذين يشكّلون الوجه البنمي، والقدرة على نسج مستقبل منفتح على الرجاء، لأنه من الممكن الدفاع عن الخير العام، فوق مصالح عدد قليل من الأشخاص، أو في خدمة عدد قليل، فقط عندما يكون هناك قرار حازم بمشاركة عادلة في الأملاك الخاصة.

الأجيال الجديدة، بفرحها وحماسها، وحرّيتها، وحساسيّتها ومهاراتها الفكرية، تطلّب من البالغين، ولا سيما من جميع الذين يلعبون دورًا بارزًا في الحياة العامة، أن يتوافق سلوكهم مع الكرامة والسلطة التي أوكلت إليهم. إنها دعوة للعيش برصانة وشفافية، في مسؤولية ملموسة عن الآخرين وعن العالم. أنها دعوة لعيش حياة تدلّ على أن الخدمة العامة تترادف مع الأمانة والعدالة، وتتعارض مع أيّ شكل من أشكال الفساد. وهي تتطلّب التزامًا نملك فيه جميعًا -بدءًا منا نحن الذين نطلق على أنفسنا اسم مسيحيين- الجرأة لبناء "سياسة إنسانية حقًّا" (الدستور الراعوي فرح ورجاء، 73)، تضع الإنسان في الوسط كمحور كلّ شيء؛ وهذا يدفع إلى خلق ثقافة تزداد فيها الشفافية بين الحكومات والقطاع الخاص والشعب بأسره، كما جاء في هذه الصلاة الجميلة التي تتلونها للوطن: "أعطنا خبزنا اليومي: وأعطنا أن نأكله في منزلنا بصحّة جديرة بالبشر".

2.     بالإضافة إلى كونها أرض الدعوة، بنما هي أرض الأحلام

لن يتمّ ذكر بنما في هذه الأيام كمركز إقليمي أو نقطة استراتيجية للتجارة وعبور الناس وحسب؛ إنما سوف تتحوّل إلى "محور" للرجاء. مكان التقاء، سوف يحتفل فيه شبيبة آتون من القارات الخمس، مملوئون بالأحلام والآمال، وسوف يلتقون، ويصلّون ويحيون الرغبة والالتزام بخلق عالم أكثر إنسانية. وبهذه الطريقة سوف يتحدّون وجهات النظر القصيرة المدى التي، وقد أغواها الاستسلام، والجشع، أو التي هي رهينة للنموذج التكنوقراطي، تعتقد أن الخطوات الوحيدة الممكنة تمرّ عبر "لعبة المنافسة" والمضاربة، "وشريعة الأقوى، حيث يأكل القويّ الضعيف" (الإرشاد الرسولي فرح الإنجيل، 53)، فتغلق المستقبل أمام منظور جديد للبشرية. وتصبح بنما اليوم، إذ تقدّم الضيافة لأحلام هؤلاء الشبيبة، أرضَ الأحلام التي تتحدّى العديد من الثوابت في عصرنا، وتخلق آفاقًا حيويّة تدلّ على قوام جديد لمتابعة المسير بنظرة جديدة، نظرة احترام ملؤها الرأفة تجاه الآخرين. خلال هذا الوقت، سوف نكون شهودًا على افتتاح قنوات جديدة للاتّصال والتفاهم والتضامن والإبداع والمساعدة المتبادلة؛ قنوات على نطاق الإنسان، تعطي قوّة دفع للالتزام، وتكسر المجهوليّة والعزلة من أجل سبلٍ جديدةٍ لبناء التاريخ.

هناك عالم آخر ممكن، وندرك ذلك، ويدعونا الشبيبة إلى المشاركة في بنائه حتى لا تبقى الأحلام شيئًا عابرًا أو أثيريًّا، وكيما تعطي دفعة لميثاق اجتماعي يمكن للجميع من خلاله أن يحلموا بالغد: الحقّ في المستقبل هو أيضًا من حقوق الإنسان.

تبدو كلمات ريكاردو ميرو، في هذا المنظور، كأنها تتجسّد، هو الذي قال متغنّيا بموطنه الحبيب: "لأن المرء إذ يراك، يا موطني، يقول/ إن الإرادة الإلهية قد خلقتك/ كيما تحت الشمس التي تنيرك/ تتّحد فيك الإنسانية بأسرها". (وطني الحبيب).

أجدّد شكري على كلّ ما فعلتموه –ولاسيما لكم فخامة الرئيس- من أجل تحقيق هذا اللقاء، وأعبّر لكم مجدّدًا، فخامة الرئيس، ولجميع الحاضرين وكلّ الذين يتبعوننا عبر وسائل الإعلام، عن أطيب تمنياتي برجاء متجدّد وفرح في خدمة الصالح العام.

لتبارككم القدّيسة ماريا أنتيغوا ولتحمِ بنما!

[00111-AR.01] [Testo originale: Spagnolo]

[B0059-XX.02]