Sala Stampa

www.vatican.va

Sala Stampa Back Top Print Pdf
Sala Stampa


Mensaje del XV Consejo Ordinario de la Secretaría General del Sínodo de los Obispos sobre las graves consecuencias del movimiento de personas en el mundo, 15.02.2020

El XV Consejo Ordinario de la Secretaría General del Sínodo de los Obispos, presidido por el Papa Francisco, reunido en Roma los días 6 y 7 de febrero de 2020, ha reflexionado, entre otras cosas, sobre las consecuencias del fenómeno migratorio en curso  en diferentes regiones del planeta.

Debido a las guerras, las desigualdades económicas, la búsqueda de trabajo y de tierras más fértiles, la persecución religiosa, el terrorismo, la crisis ecológica, etc., muchas personas se ven obligadas a desplazarse de un país a otro. Los efectos suelen ser devastadores. Las personas están desorientadas, las familias destruidas, los jóvenes traumatizados y los que se quedan en casa, inducidos a la desesperación. A veces estas personas sufren en los campos de refugiados y algunos incluso terminan en la cárcel. Las mujeres y los jóvenes se ven obligados a ejercer la prostitución; son objeto de abusos físicos, sociales y sexuales. Los niños son separados de sus padres y privados del derecho a crecer en la seguridad de una familia unida.

Frente a esto, el Consejo  del Sínodo quiere recordar que la Iglesia, mientras deplora las razones que causan un movimiento tan masivo de personas, está llamada a ofrecer consuelo,  auxilio y acogida  a todos aquellos que sufren de una manera u otra. La Iglesia se identifica con el pobre, el pequeño y el extranjero, considerando parte de su misión profética el compromiso de levantar su voz contra la injusticia, la explotación y el sufrimiento.

Al mismo tiempo, la Iglesia aprecia a los gobiernos y organizaciones no gubernamentales que muestran interés y están comprometidos en la ayuda a los que se ven obligados a desplazarse. Sostiene a los que tratan de dar curso a políticas que favorezcan la acogida de estas personas en sus comunidades. Espera que los gobiernos locales aborden las situaciones que obligan a las personas a abandonar sus hogares. Pide vigilancia contra el tráfico de personas y  compromiso para promover el fin de los conflictos que causan tanto sufrimiento.

Confiamos nuestros hermanos y hermanas que sufren a María, Madre de la humanidad, que fue la primera en experimentar el dolor de tener que dejar su casa y su país junto a su familia en busca de seguridad y  de paz.