El 1 de octubre de 2019, el Director de la Autoridad de Información Financiera (AIF),  Tommasso Di Ruzza, y sus oficinas fueron registrados por el Cuerpo de la Gendarmería del Estado de la Ciudad del Vaticano en relación con una investigación iniciada por el Promotor de Justicia a raíz de dos denuncias presentadas en julio y agosto de este año por el I.O.R. y la Oficina del Auditor General dentro de sus respectivas competencias institucionales. El registro, que dio lugar a la incautación de determinados documentos y expedientes, está relacionado con una actividad institucional en curso llevada a cabo por la AIF sobre la base de un Informe de actividades sospechosas que involucra a varias jurisdicciones extranjeras.

Inmediatamente después de estos hechos, el Presidente de la AIF, René Brülhart, tras consultar a los miembros del Consejo directivo, abrió una investigación interna para conocer a fondo  la actividad operativa de la AIF. Sobre la base de dicha investigación interna, el Consejo directivo ha establecido: En primer lugar, que la actividad desarrollada por la AIF y su Director tenía un carácter estrictamente institucional y se llevaba a cabo de conformidad con el Estatuto de la AIF. En segundo lugar, que en el ejercicio de su función institucional, ni el Director ni ningún otro empleado de la AIF ejercieron indebidamente su autoridad ni cometieron ninguna otra falta.

En consecuencia, el Consejo directivo reafirma su plena confianza en la competencia profesional y honorabilidad de su Director y  lo elogia, además,  por su labor institucional en la gestión de este caso en particular.

Dado que la AIF  continúa llevando a cabo sus actividades operativas a nivel nacional e internacional, sigue cooperando plenamente con las autoridades competentes.

El Consejo directivo confía en que los posibles malentendidos se aclaren en breve.