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Mensaje en video del Santo Padre Francisco con ocasión de las celebraciones del 103 aniversario del Club América de la Ciudad de México, 27.09.2019

Publicamos a continuación el texto del mensaje en video que el Santo Padre Francisco ha enviado a los participantes en las celebraciones del 103 aniversario de la sociedad de fútbol Club América de la Ciudad de México y en la ceremonia de bendición de S.E. el cardenal Aguiar Retes Carlos, arzobispo metropolitano de México, del "Aguilario para la conservación del águila real", símbolo del equipo mexicano:

Mensaje en vídeo del Santo Padre

Queridos hermanos:

Es un gusto saludar a todos los participantes y televidentes de la celebración por el 103 aniversario del Club América. En este saludo quiero incluir también y de modo especial a todos los clubes de la querida República de México, de todos los lugares del país y todas las categorías. Los felicito por unir en su tarea el deporte y la integración social con tantas iniciativas solidarias. El futuro no se construye con lamentos sino con decisiones como la vuestra.

También me alegra especialmente que al celebrar este aniversario el Cardenal Don Carlos Aguiar bendiga el “Aguilario para la conservación del águila real”. Sé que el águila real, símbolo del Club América, es una especie en extinción. Espero que este gesto en favor de la biodiversidad, ayude a tomar conciencia de la impostergable necesidad que tenemos de cuidar nuestra “Casa común”. Tanto el medio ambiente como las personas, sin excluir a nadie, pero cuidar la casa común, cuidarnos mutuamente. Quiero decirles también que rezo por la unidad del pueblo mexicano, para que la amada Virgen de Guadalupe los siga cubriendo con su manto para no caer en la mezquindad de intereses de pequeños grupos, sino que la rica diversidad de culturas y miradas que existe en vuestra hermosa tierra, pueda integrarse cada vez mejor. De manera tal que lo que predomine sea la búsqueda de! Bien Común, con especial esfuerzo en la integración de los más postergados.

Y, por favor, cuando ustedes recen, cuando eleven sus plegarias a la Guadalupana, cuando la miren con ternura, no se olviden de rezar por mí. ¡Que Dios los bendiga!