El Santo Padre ha recibido esta mañana en audiencia a los peluqueros italianos de los Comités de San Martín de Porres venidos en peregrinación a Roma y, en el discurso que dirigió a la categoría que agrupa también a los trabajadores y trabajadores del sector estético, recordó al santo peruano que  “siendo mestizo, fue aceptado en la Orden de los Padres Dominicos solo como terciario y luego como hermano cooperador. Aceptó esta condición, viviendo una existencia de máxima humildad, irradiada por el amor. Se dedicó  con abnegación  a los pobres y a los enfermos, prestándoles cuidados sanitarios gracias a las nociones aprendidas primero en una farmacia y luego como aprendiz de un barbero- cirujano según la usanza de aquella época”.

Después de subrayar la importancia que la asociación atribuye a la fe cristiana, de la que la peregrinación a Roma es prueba afirmó que  “la figura grande y humilde  de San Martín de Porres, a quien el Papa San Pablo VI, en 1966, proclamó patrono de vuestra categoría, os ayuda a ser testigos constantes de los valores cristianos. Por encima de todo, os anima a ejercer vuestra profesión con estilo cristiano, tratando a los clientes con amabilidad y cortesía, y ofreciéndoles siempre una palabra buena y alentadora, evitando ceder a la tentación del chismorreo que, como sabemos, se insinúa también fácilmente en vuestro entorno laboral".

¡Qué cada uno de vosotros, en el desarrollo de su trabajo profesional, actúe siempre con rectitud, contribuyendo así positivamente al bien común de la sociedad!, concluyó el Pontífice, impartiendo la bendición apostólica a los presentes e invitándoles a rezar por él.