Catequesis del Santo Padre
Saludos en las diversas lenguas
La audiencia general ha tenido lugar esta mañana a las 9,20 en el Aula Pablo VI donde el Santo Padre Francisco ha encontrado a los grupos de peregrinos y fieles procedentes de Italia y de todos los lugares del mundo.
Prosiguiendo la catequesis sobre la santa misa el Papa ha abordado esta vez el tema :“Ritos introductorios”
Tras resumir su discurso en diversas lenguas, el Santo Padre ha saludado en particular a los grupos de fieles presentes .La audiencia general ha terminado con el canto del Pater Noster y la bendición apostólica.
Catequesis del Santo Padre
Queridos hermanos y hermanas, ¡buenos días!
Hoy me gustaría entrar en el corazón de la celebración eucarística. La misa se compone de dos partes, que son la Liturgia de la Palabra y la Liturgia eucarística, tan estrechamente unidas entre sí que constituyen un solo acto de culto (cf. Sacrosanctum Concilium, 56; Instrucción General del Misal Romano, 28). Introducida por algunos ritos preparatorios y concluida por otros, la celebración, por lo tanto, es un cuerpo único y no puede separarse pero para una mejor comprensión trataré de explicar sus diversos momentos, cada uno de los cuales es capaz de tocar e involucrar una dimensión de nuestra humanidad . Es necesario conocer estos signos santos para vivir plenamente la misa y saborear toda su belleza.
Cuando el pueblo está reunido , la celebración se abre con los ritos introductorios, que comprenden la entrada de los celebrantes o del celebrante, el saludo- “El Señor esté con vosotros”, “La paz sea con vosotros”- , el acto penitencial, “Yo confieso”, donde pedimos perdón por nuestros pecados, el Señor, ten piedad el Gloria y la oración de colecta: se llama “oración de colecta” no porque se efectúe la colecta monetaria: es la colecta de las intenciones de oración de todos los pueblos; y esa colecta de las intenciones de los pueblos sube al cielo como oración. Su propósito, el de estos ritos de introducción , es "hacer que los fieles reunidos en la unidad construyan la comunión y se dispongan debidamente a escuchar la Palabra de Dios y a celebrar dignamente la Eucaristía." (Instrucción general del Misal Romano, 46). No es una buena costumbre mirar el reloj y decir: “Llego a tiempo, llego después del sermón y así cumplo el precepto”. La misa empieza con la señal de la cruz, con estos ritos introductorios, porque allí empezamos a adorar a Dios como comunidad. Y por eso es importante prever no llegar con retraso, sino con adelanto, para preparar el corazón a este rito, a esta celebración de la comunidad”.
Habitualmente durante el canto de entrada, el sacerdote con los otros ministros llega en procesión al presbiterio, y aquí saluda el altar saluda con una reverencia y, como signo de veneración, lo besa y, cuando hay incienso, lo inciensa. ¿Por qué? Porque el altar es Cristo: es figura de Cristo. Cuando miramos al altar, miramos precisamente donde está Cristo. El altar es Cristo. Estos gestos, que corren el riesgo de pasar desapercibidos, son muy significativos, porque expresan desde el principio que la Misa es un encuentro de amor con Cristo, que "con la inmolación de su cuerpo en la cruz [...] quiso ser al mismo tiempo sacerdote, víctima y altar" (Prefacio de Pascua V). De hecho, como signo de Cristo, el altar "es el centro de la acción de gracias que se consuma en la Eucaristía" (Instrucción general del Misal Romano, 296), y toda la comunidad alrededor del altar, que es Cristo; no para mirarse la cara, sino para mirar a Cristo, porque Cristo está en el centro de la comunidad, no está lejos de ella.
Luego está la señal de la cruz. El sacerdote que preside se persigna y lo mismo hacen todos los miembros de la asamblea, conscientes de que el acto litúrgico se cumple "en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo". Y aquí paso a un argumento muy breve. ¿Habéis visto como los niños se hacen la señal de la cruz? No saben lo que hacen: a veces hacen un dibujo, que no es la señal de la cruz. Por favor, mamá, papá, abuelos, enseñad a los niños desde el principio, desde cuando son pequeños, a hacerse bien la señal de la cruz. Y explicadles que es tener cómo protección la cruz de Jesús. Y la misa empieza con la señal de la cruz. Toda la oración se mueve, por así decirlo, en el espacio de la Santísima Trinidad, - “en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo” - que es un espacio de comunión infinita; tiene como origen y fin el amor de Dios Uno y Trino, manifestado y dado a nosotros en la Cruz de Cristo. Efectivamente, su misterio pascual es un don de la Trinidad, y la Eucaristía brota siempre de su corazón traspasado. Persignándonos , por lo tanto, no sólo recordamos nuestro bautismo, sino que afirmamos que la oración litúrgica es el encuentro con Dios en Cristo Jesús, que por nosotros se encarnó, murió en la cruz y resucitó en gloria.
Después, el sacerdote dirige el saludo litúrgico con la frase : "El Señor esté con vosotros" u otra similar –hay varias- ; y la asamblea responde: «Y con tu espíritu». Estamos dialogando; estamos al comienzo de la misa y debemos pensar en el significado de todos estos gestos y palabras. Estamos entrando en una "sinfonía" en la que resuenan varios tonos de voces, incluyendo tiempos de silencio, con el fin de crear el '' acorde” entre los participantes, es decir, reconocerse animados por un único Espíritu, y por un mismo fin. En efecto, "el saludo sacerdotal y la respuesta del pueblo manifiestan el misterio de la Iglesia reunida" (Instrucción general del Misal Romano, 50). Se expresa, pues, la fe común y el deseo mutuo de estar con el Señor y de vivir la unidad con toda la comunidad.
Y esta es una sinfonía de oración que se está creando y presenta enseguida un momento muy conmovedor, porque aquellos que presiden invitan a todos a reconocer sus propios pecados. Todos somos pecadores. No sé, a lo mejor alguno de vosotros no es pecador… Si hay alguno que no es pecador que levante la mano, por favor, así podemos verlo todos. Pero no hay manos levantadas; bien: ¡vuestra fe es buena! Todos somos pecadores y por eso al principio de la misa pedimos perdón. Es el acto penitencial. No se trata solo de pensar en los pecados cometidos, sino mucho más: es la invitación a confesarse pecadores ante Dios y ante la comunidad, ante los hermanos, con humildad y sinceridad, como el publicano en el templo. Si verdaderamente la Eucaristía hace presente el misterio pascual, es decir, el paso de Cristo de la muerte a la vida, entonces lo primero que tenemos que hacer es reconocer cuales son nuestras situaciones de muerte para poder resucitar con Él a una vida nueva. Esto nos hace comprender cuán importante es el acto penitencial. Y por eso, retomaremos el tema en la próxima catequesis.
Vamos paso a paso en la explicación de la misa. Pero, por favor, enseñad a los niños a hacerse bien la señal de la cruz.
Saludos en las diversas lenguas
Saludos en francés
Me complace dar la bienvenida a los peregrinos francófonos. Queridos amigos, en la víspera de las celebraciones de Navidad, os invito a abrir vuestros corazones al Niño de Belén para acoger el amor que Dios por cada uno de vosotros y por todos los hombres. Feliz Navidad a todos. ¡Dios os bendiga!
Saludos en inglés
Saludo a los peregrinos de habla inglesa presentes en la audiencia de hoy, especialmente a los grupos de jóvenes estudiantes de Australia y los Estados Unidos de América. En la inminencia de la Santa Navidad, invoco sobre vosotros y vuestras familias el gozo y la paz en el Señor Jesús.
Saludos en alemán
Una cordial bienvenida a los peregrinos de habla alemana. Dentro de pocos días celebraremos la natividad del Señor. Deseo que experimentéis la presencia y la cercanía de Dios hecho hombre que nos da alegría y paz. Dios os bendiga a todos.
Saludos en español
Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española, en particular a los venidos de España y Latinoamérica. Ante la proximidad de la Celebración del Nacimiento de Nuestro Señor, los animo a vivir con intensidad estos días, participando en la Santa Misa y experimentando la gracia del encuentro personal con Cristo, que ha querido nacer de una Mujer, María, para salvarnos y colmarnos de paz y de alegría.
A todos les deseo una Feliz Navidad.
Que Dios los bendiga. Muchas gracias.
Saludos en portugués
Queridos peregrinos portugueses, os saludo a todos, deseándoos un encuentro personal con el Salvador. En estos días, lo vemos en el pesebre, pero es en la Eucaristía donde se deja encontrar en persona. En cada misa, se prepara no sólo del Nacimiento de Dios en el mundo, sino también el nacimiento del ser humano en el seno de Dios. Deseo una Navidad así para cada uno de vosotros y para vuestras familias, que bendigo de corazón.
Saludos en árabe
Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua árabe, especialmente a los de Iraq, Egipto y el Medio Oriente. Santo Tomás de Aquino enseñaba que en la sagrada liturgia es necesario "el uso de las cosas materiales como signos, por el cual el alma humana se excita a las acciones espirituales que nos unen a Dios" (IIa s.th. Q. 81 bis 7). Esforzaos en aprender el significado de cada acción litúrgica para vivir plenamente cada celebración eucarística y así llenaros con sus frutos divinos. ¡Que el Señor os bendiga a todos y os proteja del maligno.
Saludos en polaco
Doy mi cordial bienvenida a los polacos venidos a esta audiencia. Dentro de pocos días viviremos el cuarto domingo de Adviento, Nochebuena y Navidad; estos son los eventos que nos esperan. Como los pastores de Belén hace tantos años, reconocieron al Hijo de Dios nacido en un establo, también vosotros sabed cómo reconocerlo cuando viene en el misterio de la Eucaristía. Que la Nochebuena ilumine con alegría y paz la vida de cada uno de vosotros, de vuestras familias, de vuestros seres queridos y, en particular, de las personas solas, de los que sufren y de los que no tienen hogar. Jesús nacido en Belén os bendiga así como a vuestra patria. Alabado sea Jesucristo.
Saludos en italiano
Queridos peregrinos de habla italiana, ¡bienvenidos!
Quisiera dar las gracias al Circo Cubano por este hermoso espectáculo. ¡Gracias!
Me complace recibir a los nuevos sacerdotes de los Legionarios de Cristo, con los Hermanos y sus familias; a los sacerdotes del Colegio Misionero Internacional de San José de Roma y las parroquias de Alvito y de Maria Santissima Annunziata di Siano. Exhorto a todos a renovar vuestra adhesión Cristo pobre, humilde, y obediente para transmitir el amor y la misericordia de Dios en el contexto eclesial de hoy.
Saludo a las escuelas, a las familias del personal que depende del del Estado Mayor; a las delegaciones de los municipios de Bolsena y Cagnano Amiterno y a los directivos y artistas del Circo de Cuba.
Dirijo un saludo especial a los jóvenes, a los enfermos y a los recién casados.
Queridos jóvenes, preparaos para el misterio de la Navidad del Señor con la obediencia de fe y la humildad que fueron de María. Vosotros, queridos enfermos, recurrid a ella para conseguir la misma fuerza de amor por Jesús que viene entre nosotros. Y vosotros, queridos recién casados, contemplen el ejemplo de la Sagrada Familia en Belén, para practicar las mismas virtudes en vuestro camino de vida familiar. ¡Y después de la bendición, me gustaría escuchar a este coro que canta tan bien!