Al final de la santa misa con el rito de canonización de los beatos André de Soveral, Ambrósio Francisco Ferro, Mateus Moreira y 27 compañeros mártires, Cristóbal, Antonio y Juan, Faustino Míguez y Angelo da Acri celebrada en el atrio de la basílica vaticana, el Santo Padre Francisco ha rezado el ángelus con los fieles y peregrinos presentes en la Plaza de San Pedro.

Siguen la palabras del  Papa antes de la oración mariana:

Palabras del Santo Padre

Queridos hermanos y hermanas,

Al final de esta celebración, saludo cordialmente a todos vosotros, que desde varios países, habéis venido a rendir homenaje a los nuevos santos. Un deferente pensamiento va en modo particular a las delegaciones oficiales de Brasil, Francia, Italia, México, Orden de Malta y España. El ejemplo y la intercesión de estos luminosos testimonios del Evangelio nos acompañen en nuestro camino y nos ayuden a promover siempre relaciones fraternas y solidarias, por el bien de la Iglesia y de la sociedad.

Acogiendo el deseo de algunas Conferencias Episcopales de América Latina, además de la voz de diversos pastores y fieles de otras partes del mundo, he decidido convocar una Asamblea Especial del Sínodo de los Obispos para la región Panamazónica , que tendrá lugar en Roma en el mes de octubre 2019.  El objetivo principal de esta convocación es individuar nuevos caminos para la evangelización de esa porción del Pueblo de Dios, especialmente de los indígenas, a menudo olvidados y sin la perspectiva de un porvenir  sereno, también a causa de la crisis de la foresta amazónica, pulmón de importancia capital para nuestro planeta. ¡Que los nuevos santos intercedan por este evento eclesial, para que, respetando  la belleza de la creación, todos los pueblos de la tierra alaben al Dios, Señor del universo, e iluminados por Él recorran caminos de justicia y de paz!.

Recuerdo también que pasado mañana se celebrará la Jornada del rechazo de la Miseria. La miseria  no es una fatalidad: tiene causas que deben ser reconocidas y removidas, para honrar la dignidad de tantos hermanos y hermanas, siguiendo el ejemplo de los santos.

Y ahora recemos a la Virgen María.

Ángelus Domini…