Tras el terremoto que ha golpeado con extraordinaria vehemencia México, causando - según los datos verificados, pero no definitivos - por lo menos 250 víctimas, así como ingentes daños materiales, el Papa Francisco, a través del Dicasterio para el Servicio de Desarrollo Humano Integral, ha establecido enviar una primera contribución de150.000 dólares para ayudar a las poblaciones en esta fase de emergencia.
Esta cantidad, que será distribuida, en colaboración con la Nunciatura Apostólica, entre las diócesis más afectadas por el seísmo, se empleará en obras de asistencia a las víctimas del terremoto y quiere ser una expresión inmediata del sentimiento de cercanía espiritual y aliento paterno hacia las personas y los territorios afectados, manifestado por el Santo Padre durante la audiencia general del miércoles 20 de septiembre de 2017.
Dicha contribución, que acompaña la oración, especialmente dirigida a la Virgen de Guadalupe, en apoyo de la población mexicana amada, es parte de las ayudas que se están activando en toda la Iglesia Católica y en las que están involucradas, además de diversas conferencias episcopales, numerosas organizaciones de caridad.