Sala Stampa

www.vatican.va

Sala Stampa Back Top Print Pdf
Sala Stampa


Las palabras del Papa en la oración del ángelus, 29.06.2017

Hoy, Solemnidad de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo el Santo Padre Francisco se ha asomado a las 12,00 la ventana del estudio en el Palacio Apostólico Vaticano para rezar el ángelus con  los fieles y peregrinos presentes en la Plaza de San Pedro.

 
Estas han sido las palabras del Papa antes de la oración mariana

Antes  del ángelus

Queridos hermanos y hermanas ¡buenos días!

Los Padres de la Iglesia amaban comparar a los santos apóstoles Pedro y Pablo con dos columnas, sobre las cuales se apoya la construcción visible de la Iglesia. Ambos sellaron con su propia sangre el testimonio dado a Cristo con la predicación y el servicio a la naciente comunidad cristiana. Este testimonio se evidencia en las lecturas bíblicas de la liturgia de hoy. Lecturas que indican el motivo por el cual su fe, confesada y anunciada, fue coronada  luego con la prueba suprema del martirio.

El Libro de los Hechos de los Apóstoles (Cfr. 12,1-11) narra el evento de la prisión y de la consiguiente liberación de Pedro. Él experimentó la adversión al Evangelio ya en Jerusalén, donde fue encerrado en la prisión por el rey Herodes, «su intención era hacerlo comparecer ante el pueblo» (v. 4). Pero fue salvado de modo milagroso y así pudo cumplir  su misión evangelizadora, primero en la Tierra Santa y después en Roma, poniendo todas sus energías al servicio de la comunidad cristiana.

También Pablo experimentó la  hostilidad  de la que lo liberó el Señor. Enviado por el Resucitado en muchas ciudades con poblaciones paganas,  encontró fuertes resistencias sea de parte de sus correligionarios que de parte de las autoridades civiles. Escribiendo al discípulo Timoteo, reflexiona sobre su vida y sobre su recorrido misionero, como también sobre las persecuciones sufridas a causa del Evangelio.

Estas dos “liberaciones”, de Pedro y de Pablo, revelan el camino común de los dos apóstoles, que fueron enviados por Jesús a anunciar el Evangelio en ambientes difíciles y en algunos casos hostiles. Ambos, con sus vivencias personales y eclesiales, nos demuestran y nos dicen hoy a nosotros  que el Señor está siempre a nuestro lado, camina con nosotros, no nos abandona jamás. Especialmente en el momento de la prueba, Dios nos tiende la mano, viene en nuestra ayuda y nos libera de las amenazas de los enemigos. Pero recordemos que nuestro verdadero enemigo es el pecado, y el Maligno que nos empuja a él. Cuando nos reconciliamos con Dios, especialmente en el Sacramento de la Penitencia, recibiendo la gracia del perdón, somos liberados de los vínculos del mal y aligerados del peso de nuestros errores. Así podemos continuar nuestro recorrido de gozosos anunciadores y testigos del Evangelio, demostrando que nosotros en primer lugar hemos recibido misericordia.

A la Virgen María, Reina de los Apóstoles, dirigimos nuestra oración, que hoy es sobre todo por la Iglesia que vive en Roma y por  esta ciudad, de la que Pedro y Pablo son  patrones. ¡Que le concedan  el bienestar espiritual y material!.  La bondad y la gracia del Señor sostengan a todo el pueblo romano, para que viva en fraternidad y concordia, haciendo resplandecer la fe cristiana, atestiguada con intrépido ardor por los santos apóstoles Pedro y Pablo.

Después del ángelus

Queridos hermanos y hermanas,

Esta mañana, aquí en la Plaza he celebrado la Eucaristía con los cinco cardenales que he creado en el Consistorio de ayer  y he bendecido los palios de los arzobispos metropolitanos nombrados durante el último año y procedentes de diversos países. Les renuevo  mi saludo y mis mejores deseos así como a cuantos los han acompañado en esta peregrinación. Los animo a proseguir con alegría su misión al servicio del Evangelio, en comunión con toda la Iglesia. En la misma celebración he recibido con afecto a los miembros de la delegación enviada por el Patriarca Ecuménico de Constantinopla, el querido hermano Bartolomé. También esta presencia es signo de los lazos fraternales existentes entre ambas Iglesias.

Un saludo cordial a todos vosotros,  familias,  grupos parroquiales, asociaciones y a cada uno de  los fieles procedentes de Italia y de tantas partes del mundo, de modo especial de Alemania, Inglaterra, Bolivia, Indonesia y Qatar; Saludo a los estudiantes  de las escuelas católicas de Salbris en Francia, de Osijek en Croacia y de Londres.

Mi saludo va, sobre todo hoy,  a vosotros, fieles  de Roma, en la fiesta de los santos patrones de la ciudad. ¡Un  gran aplauso a todos los fieles de Roma! Para esta ocasión la “Pro Loco” romana ha organizada la tradicional “Infiorata”, realizada por diversos artistas y voluntarios del Servicio Civil.  Gracias por esta iniciativa y por las hermosas representaciones florales. Y quiero recordar también  el espectáculo pirotécnico que tendrá lugar esta noche en Piazza del Popolo.

Deseo a todos una feliz fiesta. Y, por favor, no os olvidéis de rezar por mí. Buen almuerzo y hasta pronto.