Después de rezar el ángelus el Papa saludó a los fieles procedentes de  las diócesis de Madrid y Córdoba (España)  y de Varsovia (Polonia), así como a los italianos de Belluno y Mestre, a los jóvenes del decanato de Baggio (Milán) y a los participantes en el encuentro promovido por las Maestras Pías Filipinas.

“Hace pocos días –dijo a continuación- hemos empezado la Cuaresma que es el camino del Pueblo de Dios hacia Pascua, un camino de lucha contra el mal con las armas de la oración, del ayuno y de las obras de caridad. Os deseo a todos que el camino cuaresmal sea rico de frutos y os pido que os acordéis de rezar por mí y por los colaboradores de la Curia Romana que esta tarde empezamos la semana de Ejercicios Espirituales. Gracias de corazón por vuestras oraciones”.

“Y por favor, no os olvidéis –reiteró- de que pasaría si tratásemos a la Biblia como tratamos a nuestro teléfono celular. Pensadlo. La Biblia está siempre con nosotros, cerca de nosotros. Os deseo un buen domingo, un buen almuerzo y ¡hasta pronto¡!”.