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Quinto viernes de la misericordia del Papa: Visita a los discapacitados mentales, 14.05.2016

El quinto “viernes de la misericordia”, del Papa tuvo como protagonista ayer tarde a la comunidad “Il Chicco” (El Grano). Se trata de una asociación que pertenece a la gran familia de L' Arche (El Arca) fundada por Jean Vanier en 1964, presente en más de 30 países de los cinco continentes y, junto con la asociación "Fe y Luz", dedicada a las personas más frágiles y marginadas de la sociedad. La comunidad de Il Chicco es la primera en Italia, fue fundada en 1981 y actualmente alberga a 18 personas con discapacidad mental grave.

“Estas "casas de familia" acogen a las personas con discapacidades severas para que se sientan protagonistas de sus vidas y de las vidas de los que se dedican a ellas. La idea principal del Arca es la del "elogio de la imperfección"; es decir, hacer que la gente se conciencie de que nadie puede ser discriminado por cualquier tipo de discapacidad. La presencia de estos hogares hace posible descubrir la sensibilidad especial de sus habitantes , hecha de profundo afecto y de búsqueda de amistad. Francisco ha querido así una vez más dar una señal más en contra de la cultura del descarte. Ninguno puede verse privado de amor, de alegría y de dignidad porque es portador de una discapacidad mental y nadie puede discriminar sobre la base de prejuicios que marginan y apresan a las familias y a las asociaciones en la soledad”, informa un comunicado emitido por la Oficina de Prensa de la Santa Sede.

Ayer por la tarde, Francisco se sentó a la mesa con los huéspedes de “Il Chicco”, para merendar con ellos y con los voluntarios que los asisten y visitó a los discapacitados más graves llevándoles su profundo afecto y su ternura, sobre todo a los primeros que acogió la comunidad. De acuerdo con la intuición del fundador del Arca, las personas con discapacidad también tienen que llevar a cabo un trabajo manual según sus posibilidades. Por eso Francisco fue al taller donde cada día se fabrican pequeños objetos de artesanía. Al fianl de su visita, el Papa rezó con todas las personas de Il Chicco, unidas de la mano en la pequeña capilla y los abrazó uno a uno para regresar al Vaticano hacia las 18.30.

"Il Chicco" se mantiene con pocos subsidios regionales y confía a la Providencia la mayor parte de la ayuda necesaria para su sustento. El Papa, junto con una cantidad de dinero, como contribución personal, se presentó llevando pasteles, frutas del tiempo, cerezas y melocotones. Un regalo recibido con gran alegría y entre aplausos.

Con esta visita Francisco ha expresado uno de los puntos sobresalientes de su pontificado: la atención a los más simples y débiles. Llevándoles ternura y afecto ha querido dar un signo concreto de cómo podemos vivir el Año de la Misericordia. Los cuatro anteriores viernes de la misericordia han tenido como protagonistas en enero a los ancianos y pacientes en estado vegetativo de una casa de reposo; en febrero,a la comunidad de drogodependientes de Castel Gandolfo; en marzo, el centro de acogida (Cara) de refugiados en Castelnuovo di Porto; en abril, los prófugos de la isla de Lesbos.